El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se mostró ayer muy satisfecho por la rectificación de la Junta de Andalucía sobre el último tramo del metro, al aceptar que se haga soterrado como venía defendiendo el Ayuntamiento de Málaga, frente a la opción de la Consejería de Fomento de recorrer la Alameda en superficie.

De la Torre apuntó que la alternativa acordada fue negociada por el Ayuntamiento con la concesionaria del metro y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que aporta la financiación de la obra.

El regidor subrayó que el acuerdo alcanzado con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, es «muy buena para la ciudad», ya que se asegura que el metro cruce bajo el Guadalmedina bajo tierra, aunque su última parada sea a mitad de la Alameda, a la altura del Mercado de Atarazanas, por lo que insistió en que «lo ideal es que se llegara a la plaza de La Marina».

El alcalde, además, aprovechó para recordar que la opción soterrada incluye un túnel con el ancho adecuado para plantear, en el futuro, la extensión del Cercanías hasta la plaza de la Marina, en la medida que el túnel se consiga extender hasta allí.

En este sentido, Francisco de la Torre recordó que «hemos conseguido que el Gobierno central responda a una carta comprometiéndose a estudiar la viabilidad técnica para, igual que se quiere prolongar el tren de Cercanías desde Fuengirola hasta Marbella, se prolongue, en este caso levemente, en la parte urbana en Málaga hasta la plaza de La Marina». Por ello, insistió en la idoneidad de que el túnel del metro se prolongue hasta ese punto y no se quede a mitad de caminos.

De la Torre recordó que la opción soterrada siempre fue defendida por el Ayuntamiento y plantearon que «se quedara en la zona de El Corte Inglés y ya seguiría cuando hubiera recursos, pero siempre bajo tierra».