Hubo campanazo de última hora y la Junta de Andalucía anunciará esta mañana la enésima solución y fecha para que los alumnos de La Cónsula puedan iniciar el curso académico después de numerosas promesas incumplidas y con varias semanas de retraso sobre la fecha habitual. En principio, la delegada de Educación de la Junta, Patricia Alba, y el director general de Formación Profesional, Carlos Cañavete, explicarán esta mañana las medidas adoptadas para la solución del conflicto y la apertura inminente del centro de formación de hostelería. Según fuentes consultadas por este periódico, las clases se iniciarán la próxima semana «una vez que los alumnos de primer curso terminen con todo el proceso de matriculación y se les presente la oferta formativo».

A pesar de que hoy se anuncie el desbloqueo de la conflicto y se materialicen los pagos pendientes, la Junta agotaba así ayer el plazo que se impuso a sí misma para cumplir con los alumnos de La Cónsula. A pesar de la reiteración en su promesa, formulada por varios representantes políticos, incluida la presidenta del Gobierno Andaluz, Susana Díaz, las clases, que acumulan un retraso de más de cuarenta días, no serán retomadas en este mes de octubre y sí a principios de noviembre.

Los alumnos, que en los últimos días han protagonizado una escalada creciente de movilizaciones, tienen previsto reunirse hoy para examinar la situación ya que no tenían conocimiento de la convocatoria para hoy de la delegada de Educación. La vuelta a las aulas requiere un aviso previo de, al menos, un día, por lo que, en el mejor de los casos, y contando con que la Junta resuelva hoy el asunto, el curso no arrancará hasta noviembre. Ayer en todas las partes implicadas consultadas por este periódico, incluida la delegación, se oyó una respuesta idéntica: no hay ninguna novedad. El desencuentro, por tanto, continúa en el mismo punto, con el Gobierno Andaluz asegurando que las clases se iniciarán de manera inminente, aunque, eso sí, ya y para siempre fuera del plazo establecido.

Las clases, que debían haber comenzado oficialmente el pasado 9 de septiembre, acumulan retrasos sucesivos provocados, en primera instancia, por el traspaso de las competencias relativas a la escuela a la Consejería de Educación, Cutura y Deporte, y la deuda económica de la administración, que ya el pasado julio obligó al complejo a cerrar temporalmente el comedor y suspender las clases prácticas de cocina. Una vez solventado el problema económico -el BOJA publicó el 15 de octubre una orden de pago con la subvención correspondiente al consorcio- la demora se ampara en la puesta a punto diplomática, que no acaba de arrancar, pese a que el centro ya ha enviado a la administración su programa lectivo para el curso. El retraso ha provocado un severo descalabro en los planes de los alumnos, que suman, en algunos casos, un perjuicio económico que añadir a la incertidumbre. Muchos de los estudiantes proceden de otros puntos de Málaga, e, incluso, de diferentes provincias andaluzas, y llevan desde el pasado septiembre pagando alquiler.