La inestabilidad del terreno en un punto de la línea del AVE entre Córdoba y Málaga está obligando a los trenes a circular a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora en el tramo Fuente Palmera-Santaella, una zona construida para que alcancen los 300. Justo cuando se cumplen seis años de la inauguración de la obra, los problemas de estabilidad del suelo que sustentan las vías vuelven a salir a la luz en la misma zona, ya que hay incidencias similares desde el proceso de construcción hasta abril del año pasado, cuando el Administrador de Infraestructuras (Adif) invirtió casi seis millones de euros para acondicionar trincheras en cuatro tramos, incluido Fuente Palmera-Santaella, tramo que costó 50,64 millones de euros.

En esta ocasión, Adif ha especificado a este periódico que la limitación de velocidad a 80 kilómetros por hora sólo afecta a 150 metros de los 21,5 kilómetros que forman este tramo, concretamente entre los puntos kilométricos 35/000 y 35/150 por un «pequeño desnivel» que viene de lejos en el tiempo, ya que los técnicos reconocen que «hasta el momento se ha ido subsanando añadiendo balasto y bateando la plataforma». Para corregirlo, el administrador habla ahora de «reparación y afianzamiento», obras de mayor calado que describen como «la consolidación del terraplén mediante un tratamiento de inyección de lechada de cemento» en los 150 metros afectados. Aunque los responsables de Adif calculan que las obras durará tres meses, no especifican la cuantía de esta intervención.

Desde el Administrador de Infraestructuras insisten en que esta situación no supone incidencia alguna en la puntualidad y seguridad de los trenes que circulan entre Córdoba y Málaga, restando importancia a una actuación que forma parte de «la labor de constante mantenimiento preventivo que requiere una línea de alta velocidad». De hecho, puntualizan, «el tramo en obras se somete constantemente a auscultaciones (mediciones) y está preparado para poder desarrollar una velocidad mayor, pero se ha decidido implantar esa limitación en previsión de que pudiesen darse fuertes lluvias», ya que según Adif esta zona es muy propensa a las precipitaciones de otoño e invierno.

Antecedentes

Adif ya adjudicó el año pasado el acondicionamiento de diversas trincheras de la Línea de Alta Velocidad entre Córdoba y Málaga para mejorar y ampliar su estabilidad por un importe de 5,9 millones de euros. Según informó entonces Adif, entre esas trincheras ya se encontraba el tramo Fuente Palmera-Santaella, aunque las deficiencias se también se localizaban en Guadalcázar-Fuente Palmera, Santaella-Puente Genil y Puente Genil-Herrera, en las provincias de Córdoba y Sevilla. Los trabajos consistieron entonces en «la estabilización de los taludes mediante una reducción de su ángulo de inclinación en la parte superior y la colocación de muros de contención en la inferior», mientras que también se acondicionó y mejoró la red de drenaje superficial. La actuación se completó con «la plantación de arbustos para frenar la erosión en aquellos taludes que presentaran mayor exposición a este fenómeno y se restauraron los caminos de servicio asociados a la infraestructura ferroviaria. Las obras contaron con un plazo de ejecución de doce meses y se adjudicaron a la UTE formada por Agrupación Guinovart, Azvi, Agromán y Tecsa.

En 2003, durante la construcción de la obra, los taludes ya dieron problemas al no resistir en los tramos Santaella-Puente Genil y Puente Genil-Herrera, zonas con un suelo de alto contenido en arcillas expansivas que propiciaron el desprendimiento de media docena de las trincheras con las lluvias.