Centenario arquitectónico

Un siglo de la Casa de las Palmeras de Guerrero Strachan

Tomás Bolín y Mercedes Martínez de las Rivas compraron el edificio a la familia Crooke-Larios para construir su vivienda definitiva y que ahora es la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga

La Casa de las Palmeras es la actual sede Colegio Arquitectos de Málaga.

La Casa de las Palmeras es la actual sede Colegio Arquitectos de Málaga. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

El Colegio de Arquitectos de Málaga prepara un ciclo de actividades divulgativas para homenajear la figura de Fernando Guerrero Strachan así como la historia de La Casa de las Palmeras, como se conoce al edificio que alberga la actual sede colegial desde 1981.

Su historia comienza en 1919, cuando el malagueño Tomás Bolín Gómez de Cádiz y la bilbaína Mercedes Martínez de las Rivas y Richardson se casaron, conformando así un matrimonio pudiende, burgués y con una acaudalada fortuna.

Un año después del casamiento, la acomodada pareja decidió comprar una gran finca a la familia Crooke-Larios, unos terrenos ubicados en las alturas del barrio del Limonar en los que mandarían construir la que sería su residencia definitiva.

De manera que los nuevos propietarios demolieron el gran caserón agrícola que había construido en la finca, así como unos pajares y unas cabrerizas para despejar los terrenos, como explica Ciro de la Torre en su artículo '100 años de un edificio singular' publicado en la revista Travesías.

El encargo no era nada desdeñable así que la familia Bolín Martínez de las Rivas contrató a un arquitecto de confianza, Fernando Guerrero Strachan, que en aquellos años atesoraba una importante trayectoria profesional en la ciudad.

De hecho, por aquel entonces acababa de culminar la construcción de la sede del Ayuntamiento de Málaga en el Parque, un proyecto que lideró junto al arquitecto Manuel Rivera Vela.

Construcción de la Casa de las Palmeras.

Construcción de la Casa de las Palmeras. / Imagenes de archivo de la sede del Colegio de Arquitectos de Málaga - Palacete de la familia Bolín

Conocido como la «Casa de las Palmeras», este conjunto arquitectónico terminó de construirse en 1924 y es uno de los hoteles -como se denominan a las casas unifamiliares características de la burguesía malagueña- más destacables, según destaca Francisco Rodríguez Marín en su trabajo 'Fernando Guerrero Strachan (1879-1930). Arquitecto malagueño del primer tercio del siglo XX'.

Además, hoy por hoy se ha convertido en todo un «símbolo de la arquitectura local», como destaca el Colegio de Arquitectos de Málaga, que este año celebra el centenario de esta joya constructiva, que es su sede desde 1981.

Una efemérides en la que, además, se aprovechará para rendir homenaje a Guerrero Strachan, autor de otros edificios emblemáticos como el Seminario Diocesano de Málaga, la antigua Casa Socorro de la Trinidad, el Sanatorio Marítimo de Torremolinos, el Matadero Municipal de Málaga, el Hotel Caleta Palace, el Banco Hispano-Americano o la Casas de Félix Sáenz en el paseo de Reding.

Matrimonio Bolín de las Rivas junto a Guerrero Strachan (izda) en la finca del actual Colegio de Arquitectos

Matrimonio Bolín de las Rivas junto a Guerrero Strachan (izda) en la finca del actual Colegio de Arquitectos / Revista Travesías

Complicidad

Como señala Ciro de la Torre, Guerrero Strachan mantuvo una estrecha «complicidad» con la pareja a la hora de pensar y diseñar la vivienda, que contaba también con una cochera y una casa para el portero.

Este ambiente cercano y colaborativo creó una unión de estilo que alumbró una de las primeras obras «auténticamente ecléctica del autor, mezclando estilos muy diversos, desde el gótico hasta el regionalista, pasando por renacimiento y mudéjar». Fue la influencia de Mercedes Martínez de las Rivas la que impulsó que se incluyeran también elementos de la arquitectura cántabra.

Guerrero Strachan se encargó del diseño del frondoso jardín subtropical mediterráneo que actualmente sigue atesorando la sede colegial y en el que habita una diversa fauna, por ejemplo, ardillas, pavos reales y camaleones. Entre las especies vegetales destacan las palmeras, los pinos, los eucaliptos o las jacarandas.

Vista actual de los jardines de la sede Colegio Arquitectos de Málaga.

Vista actual de los jardines de la sede Colegio Arquitectos de Málaga. / Álex Zea

Según Ciro de la Torre, los planos de este vergel están fechados en 1925 -un año después de que terminase la construcción de los edificios- y plantean cuatro zonas diferenciadas: una zona pública desde la avenida de las Palmeras, una más privada que no se llegó a terminar, una zona de uso familiar y otra más silvestre en los límites de la finca.

Sede colegial

Como recuerda De la Torre, en 1980 fue el arquitecto Ricardo Álvarez de Toledo y Gross, entonces presidente de la Delegación del Colegio de Andalucía Oriental en Málaga, el que plantea la «necesidad de una nueva sede que pudiera albergar la ingente cantidad de documentación que por entonces generaba el visado de documentación y los servicios necesarios». El colegio necesitaba mudarse de Trinidad Grund, donde contaba con dos plantas de un edificio de oficinas.

En los años sesenta, Tomás Bolín había fallecido y Mercedes de las Rivas había desarrollado la zona sur de la finca con la construcción de la urbanización «Las Palmeras del Limonar», con la intención de seguir construyendo más apartamentos.

Entre 1978 y 1980, el Colegio compra la finca por 34 millones de pesetas y comenzaron los trabajos de adaptación del edificio para su nuevo uso.

Tras la inauguración en 1981, la sede colegial ha experimentado otras rehabilitaciones y ampliaciones, como la adecuación de las cocheras para instalar una cooperativa y la Caja de Arquitectos a finales de los ochenta o la construcción en 2006 de un nuevo pabellón con el proyecto del Estudio Cano Lasso.

Para conmemorar el centenario del edificio y la contribución de Guerrero Strachan a la arquitectura malagueña, el Colegio de Arquitectos está preparando un ciclo de actividades divulgativas que se desarrollarán entre 2024 y 2025.

Vista del vestíbulo original de La Casa de las Palmeras.

Vista del vestíbulo original de La Casa de las Palmeras. / Imagenes de archivo de la sede del Colegio de Arquitectos de Málaga - Palacete de la familia Bolín

El edificio sobrevivió a los estragos de la Guerra Civil

La Casa de las Palmeras no pasó desapercibida durante el golpe de estado de 1936 y los años de Guerra Civil que le siguieron.

Tomás Bolín era miembro de la Falange Española además de ser tío de Luis Bolín, responsable de prensa del bando sublevado. Por tanto, mientras Málaga se mantuvo bajo control republicano, los Bolín de las Rivas abandonaron su palacete para refugiarse en casa de su vecino sir Peter Chalmers Mitchell -conocido en la ciudad como el «sopita» por la adaptación malagueña de la fonética inglesa de su nombre ‘sa pitar’-. Este zoólogo inglés, pese a que su ideología era completamente opuesta a la de sus vecinos, decide alojarlos en su casa.

En cuanto a la Casa de las Palmeras, hasta febrero de 1937, cuando los nacionales toman Málaga, esta edificación se emplea como hospital de sangre para los republicanos.

Tal y como cuenta Francisco Aguilar Lloret en su artículo 'La sede del Colegio, un edificio con Historia' publicado en la revista Travesías, por allí pasaron también figuras históricas como es el periodista y escritor húngaro Arthur Koestler, quien llegó a entrevistar al propio Queipo de Llano y fue detenido tras conocerse su pasado comunista,o la periodista noruega Gerda Grepp, que escribió numerosos reportajes sobre laGuerra Civil en Málaga.

Aguilar relata que incluso algunos de los malagueños que emprendieron la terrible «Desbandá» pasaron alguna noche «en las estancias del servicio, el garaje o el jardín».

Tras la entrada del ejército sublevado a la ciudad, Bolín regresa a la casa, en la que encontró «serios desperfectos» y restos de un incendio. Los días 19 y 20 de abril, durante la primera visita de Franco a Málaga, el dictador se alojó en La Casa de las Palmeras, al ser considerada como un «lugar seguro».