Los casos de violencia en las aulas no terminan de resolverse a pesar de los intentos de la administración para educar en valores como la cultura de paz y no violencia. La mitad de los colegios e institutos de la provincia de Málaga están adheridos a la red Escuela espacio de paz. Los expertos aseguran que los conflictos en clase se han reducido de forma significativa. Pero no se han erradicado. De hecho, el sindicato ANPE alerta de un aumento de casos. Desde 2006 mantiene el servicio del Defensor del Profesor, que durante el pasado curso atendió a 29 docentes, sobre todo por amenazas e insultos recibidos por los familiares de sus alumnos.

Es un pequeño repunte con respecto al último curso, cuando, según ANPE, que presentó ayer su informe anual, registró 23 casos.

Málaga es además, detrás de Cádiz, la segunda provincia andaluza donde más casos de conflicto escolar se han atendido. Porque estos casos son los atendidos por este sindicato, pero con seguridad, y como indica ANPE, no son todos los que se han registrado.

Casi la mitad de los casos atendidos el pasado curso por el Defensor del Profesor en Málaga (en concreto, el 48%) correspondían a conflictos registrados en colegios, mientras que el 41% se produjeron en institutos. En este caso, la tendencia ha sido la de equiparar después de que el curso 2011/12 se disparara la cifra de episodios violentos en los centros de Infantil y Primaria.

Los motivos más numerosos por los que los profesores descuelgan el teléfono es porque se sienten acosados por los padres de los alumnos u otros parientes cercanos, han sido víctimas de insultos y han recibido amenazas (52% de los casos). En algunas ocasiones, éstas han terminado en agresiones (11% de las llamadas atendidas). En el 3% de los casos, han derivado en daños en propiedades del docente, como puede ser su vehículo. ANPE destaca, además, que un tercio de las llamadas recibidas han denunciado problemas de los profesores con otros compañeros o con la Administración educativa.

La estadística en Málaga contradice los datos registrados en el conjunto de la comunidad andaluza y en el resto de España, ya que en ambos casos los conflictos se han visto reducidos. En Andalucía, por ejemplo, se han atendido a 171 profesores, cuando el curso anterior fueron 186; y en todo el país, han sido 3.338 casos, por 3.352 registrados en el curso 2011/12.

En el 30% de los casos, la conflictividad se genera con los alumnos. Todo empieza con problemas para dar las clases y deriva en faltas de respeto, insultos y también agresiones. Todos estos episodios terminan afectando a la salud de los docentes. En el 54% de los casos se manifiestan con estados de ansiedad; y en un 23% en depresión. Además, el 14% de los profesores que han sido víctima de algún acto de violencia escolar se tiene que dar de baja y dejar de ir temporalmente a su puesto de trabajo, según el informe de ANPE.

Este sindicato continúa reclamando el reconocimiento de la autoridad del profesorado en el ejercicio de su función docente. «Fue el primer sindicato que se percató de la necesidad de este reconocimiento, nos alegra que últimamente partidos políticos se sumen y apoyen nuestra iniciativa», destaca. «No nos cansaremos de repetirlo, la palabra del profesor debe tener un peso específico cuando está ejerciendo su trabajo, no se puede someter al profesor a un careo vergonzoso con alumnos o padres», añade.

ANPE incide en que son muchos los problemas que día a día tienen que afrontar los docentes. «Si al deterioro del panorama educativo, le sumamos la sensación de impunidad que perciben algunos miembros de la comunidad educativa, no es de extrañar que se produzcan estas conductas», concluye.