A tres días del inicio de la huelga convocada por la plantilla de Limasa, la empresa formalizó ayer la presentación del ERE temporal con una reducción de las medidas a aplicar, respecto a lo anunciado inicialmente, de tal manera que la suspensión de contratos implicaría que deje de trabajar al día un 22 por ciento de la plantilla, lo que en términos absolutos se traduce en que a diario habrá unos 290 operarios menos en las calles.

En concreto la plantilla de 1.325 empleados se reduce cada día en 290 personas, lo que la deja en 1.035, número al que hay que quitar el personal que descansa cada día, con lo que la plantilla efectiva estará en torno a las 560 personas, salvo los meses de junio a septiembre en los que el ERTE no se aplicará y trabajará todo el personal.

En concreto, en enero la plantilla total será de 560 personas, de 552 en febrero y de 560 en marzo; las cifras son muy similares en octubre noviembre y diciembre. En cambio, los meses de junio, julio, agosto y septiembre, la plantilla prevista será de 1.272, 1.279, 1.252 y 1.256 personas, respectivamente; por último, abril y mayo estarán a medio camino, con 648 (Semana Santa) y 635, respectivamente.

Frente a la propuesta inicial, que era una reducción de 121 días por trabajador, el expediente presentado ayer rebaja esta cifra a ochenta días naturales, que se quedan en 55 laborables. Además todos los trabajadores podrán reducir ese número por cada sábado que deseen trabajar voluntariamente los ocho meses de aplicación del ERTE, lo que equivaldría a 32 días menos en el caso de que optasen por trabajar todos esos sábados, dejando la aplicación del ERTE en unos 23 días.

Otro de los cambios respecto al ERTE anunciado en noviembre es que las 60 personas de la plantilla de oficinas, que en principio se verían afectadas por una reducción de jornada, finalmente se ha optado por incluirlos también en el expediente de suspensión de empleo. La razón es que una reducción de jornada les perjudicaría pues no podrían cobrar desempleo y, en cambio, al aplicárseles el ERTE sí podrán.

Para la aplicación del expediente y de acuerdo con la distribución planteada por la empresa, habrá tres grupos, que irán rotando: uno trabajará el mes completo, otro las semanas pares y un tercero, las impares. Se han planteado tramos por semanas para que el operario que esté en paro pueda cobrar la prestación por desempleo de lunes a domingo.

El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, se mostró confiado respecto a la negociación y espera que en la reunión que mantendrán esta noche con el comité de empresa y en la que intervendrá de nuevo el alcalde, Francisco de la Torre, «podamos llegar a un acuerdo», que permita evitar el ERTE y también la huelga indefinida. «No estamos tan lejos de conseguir ese ahorro de seis millones de euros».

Los trabajadores, por su parte, se mostraron críticos con las condiciones finales del ERTE. Por ello, aunque al final conlleve una reducción en los días de suspensión con respecto a lo propuesto al principio, «supondrá también un recorte de personal y del servicio y eso no se lo puede permitir Málaga», según el presidente del comité, Manuel Belmonte, quien añadió que el anuncio del ERTE «ha sido en todo momento un chantaje y una forma de presionarnos». «Esto no ayuda a que haya entendimiento».

Belmonte aseguró que irían a la reunión de hoy miércoles dispuestos a «estar todas las horas que sean necesarias, no nos importa estar toda la noche y todo el jueves negociando para evitar la huelga, pero todo no puede ser a nuestra costa». Reiteró que no están dispuestos a firmar un convenio hasta el 31 de diciembre de 2016 como propone el Ayuntamiento; sí contemplarían la posibilidad de incluir 2015, pero «si hubiera una contraprestación».