Los padres de los alumnos del MIT School de Málaga que se muestran desconformes con la gestión que se lleva a cabo en este centro privado y han expresado su malestar al centro, están recibiendo cartas de la dirección en las que directamente se les invita a que se lleven a sus hijos y busquen otro colegio. La Opinión de Málaga ha tenido acceso a una de estas misivas en las que expresamente se les invita a que no renueven la matrícula de cara al curso que viene.

De este modo, el centro pretende excluir a los padres díscolos, con la excusa de que han perdido la confianza en el proyecto educativo de la institución. «Para que nuestro proyecto siga evolucionando, necesitamos de padres y madres que estén convencidos del mismo y confíen plenamente en las decisiones tomadas por la Dirección del mismo. Lamentamos constatar que esto no ocurre ya en su caso. Y la confianza mutua es indispensable para la consecución de nuestros objetivos», se puede leer en la carta, firmada por el director Mariano Alba.

En el escrito que están recibiendo estas familias, y que se reproduce junto a esta información, el MIT School invita «cordialmente» a no renovar la matrícula para el próximo curso, e incluso instan a los padres a que encuentren otro centro «que les inspire una mayor confianza de acuerdo con sus expectativas», aunque para ello sus hijos tengan que dejar el colegio «de forma inmediata», una situación que en este centro «entenderíamos perfectamente».

Hay padres que se han unido a los 17 socios que han presentado una querella contra el gerente del centro, Javier Díaz, y que ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga. Como viene informando este periódico, se le acusa de falsedad, estafa y delito societario.

Dos profesores, que forman parte del accionariado minoritario de la institución, han sido despedidos recientemente, según aseguran fuentes consultadas, por plantar cara a las decisiones que «de forma unilateral y sin contar con la junta de accionistas» viene tomando Díaz. Además, otros docentes sostienen que el gerente les acosa, les impone sanciones por faltas graves o muy graves, sólo por hacer constar su desacuerdo con esta gestión. En algunos casos, incluso, una profesora fue suspendida de empleo y sueldo durante 20 días por negarse a impartir una asignatura para la que no tenía la titulación necesaria. Los profesores, además, insisten en que acuden a su puesto de trabajo intimidados y que son coaccionados por la gerencia.

Estas irregularidades fueron denunciadas en primer lugar en la junta general de accionistas del 25 de junio. En los últimos días también se han venido sucediendo concentraciones en las puertas del colegio, en la calle Severo Ochoa, de padres y docentes.

El colegio, por su parte, insiste en que se trata de una «campaña de desprestigio» y acusa directamente a los dos profesores despedidos de «contaminar» a las familias. «La prioridad del colegio es que los padres y alumnos (especialmente estos últimos) no se vean involucrados en este asunto, por lo que el centro arbitrará las medidas necesarias para proteger a los menores de cualquier injerencia negativa que perjudique su normal desarrollo académico y emocional», advirtieron fuentes del MIT School.

Los padres también critican que haya profesores que no dispongan de la titulación necesaria para impartir clases. También que las materias que se imparten no se ajustan al currículum escolar establecido y que prevé unas horas mínimas de materias troncales a la semana, tanto en Primaria como, sobre todo, en Secundaria, etapa educativa en la que se sustituyen asignaturas por Chino, Yoga o Aikido.