­Después del trastabillado 2013, en el que la lluvia impidió la salida de varios tronos y aguó los planes de vacaciones de numerosos turistas españoles, el tiempo parece decidido a dar una tregua a Málaga y a su Semana Santa. A falta de tres días del comienzo de las procesiones, y con la operación salida pendiendo del horizonte más próximo, la amenaza, al menos de partida, se desvanece. Mientras la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) afina sus previsiones para el segundo tramo de las fiestas, la tranquilidad para las primeras fechas está casi garantizada; con un pronóstico dibujado en la propia página oficial y en los servidores españolizados de internet en los que el riesgo se entiende como muy bajo.

Desde el Viernes de Dolores al Miércoles Santo, que son las jornadas que a estas alturas aparecen marcadas con rotundidad en las previsiones, la posibilidad de que las precipitaciones arruinen los intereses comerciales de Málaga se antoja muy remota. Incluso en su modalidad más ligera, la de la llovizna, tantas veces motivo de suspense durante los desfiles procesionales. En los observatorios de la Aemet no se avistan nubes y sí en cambio un clima que invita a compaginar el turismo urbano con las visitas a la playa. Nada menos que máximas por encima de los 22 y mínimas superiores a los 12, con extremos por encima incluso de los 25 grados. Un inicio de Semana Santa que arranca sin duda en tono de preludio veraniego. Y, por supuesto, también que invita a la esperanza. Especialmente, porque el buen tiempo tiene un peso decisivo sobre los resultados finales del turismo y la hostelería, las dos vías fundamentales que la economía tiene en estos momentos para salir de la crisis.

La industria se conjura para no perder las reservas de última hora. Y los primeros indicios soplan con viento favorable. Esta vez, y salvo la entrada de borrascas imprevistas, no da la sensación de que la lluvia modificará las previsiones de Semana Santa, aunque los profesionales optan por ser prudentes. En 2013, en cambio, ya el mismo principio fue accidentado. Llovió el Domingo de Ramos por la mañana, afectando a las salidas procesionales de la Pollinica y Lágrimas y Favores. El Miércoles, las nubes volvieron a hacer acto de presencia -Salesianos fue la única que consiguió llegar a la Catedral, aunque regresó a Capuchinos, modificando sustancialmente su itinerario; Fusionadas se volvió cuando estaba en la Alameda, al igual que la Paloma; el Rico pudo cumplir el rito de la liberación del preso en la plaza del Obispo, pero también decidió que lo mejor era volver; por su parte, la Sangre y la Expiración tomaron la determinación de suspender su recorrido-. Ya el viernes, la amenaza se cebó con la Soledad de San Pablo y con el Calvario, que se quedó en la Catedral, el Descendimiento, pudo acelerar y refugiarse en su tinglao del Hospital Noble.

En cualquier caso, tanto turistas como empresarios y aficionados a la Semana Santa contarán este año con diferentes estrategias para consultar constantemente la evolución climática. Una de las más novedosas es la aplicación de la web Eltiempo.es, que ha incluido a Málaga entre las ciudades que monitorizará para conocer la previsión por horas de lluvias y de viento. Además, la página de información meteorológica ofrecerá datos sobre los desfiles de las 29 ciudades españolas cuyas fiestas de estos días están consideradas de interés turístico nacional e internacional. Entre ellas, aparte de Málaga, figuran puntos como Sevilla, Valladolid, Zamora y Cuenca. Comienza la cuenta atrás para hacer cábalas. Aunque con el alivio de contar con un inicio procesional de primavera, sin trabas.