De princesa del pueblo a Reina del siglo XXI. Doña Letizia ha llegado al trono de España tras una década de aprendizaje y protocolo a la sombra de su antecesora, la reina Doña Sofía. Lejos quedan los platós, la guerra de Irak y los viajes de fin de semana para reunirse con su familia en Asturias, su tierra natal. Ayer, fue proclamada Reina en el Congreso de los Diputados, un escenario que a buen seguro visitó cuando ejercía su profesión de periodista y que en el día de ayer pasará a formar parte de la historia de España.

Pero el periodismo es una profesión que va intrínsecamente ligada al periodista. Se trata de una carrera puramente vocacional que siempre acompañará a la Reina. Y lo hará en en el sentido más amplio: discursos, entrevistas y reuniones con personalidades y actos multitudinarios de diversa índole la llevarán a mirar siempre con su ojo crítico.

Al hacerse pública la abdicación del Rey, todos los agentes sociales, políticos y económicos coincidieron al afirmar que don Felipe es un hombre muy preparado. Igual ocurre con su esposa, doña Letizia. Que sea licenciada, joven, actual y que conozca la realidad hacen que la opinión global gire en torno a que tiene los pies en la tierra, y eso gusta.

La hasta ayer Princesa de Asturias -título que ahora recae sobre su hija mayor, Leonor- sabía bien al mundo al que se enfrentaba el día en que comenzó su noviazgo con el entonces príncipe Felipe. Presentadora del Telediario de Televisión Española, esta apasionada de su trabajo tuvo que renunciar a su vocación para centrarse en un Principado que ayer la convirtió en Reina.

Casualidad o no, esta joven delgada, rubia y con carácter llegó a la Casa Real como plebeya, divorciada y licenciada. Además, había alcanzado la cima de su profesión por sus propios méritos y, pese a haberle costado horas de trabajo, guardias y corresponsalías, renunció a ello por amor. En este sentido, la vicepresidenta del Colegio de Periodistas de Málaga, Fátima Salmón, aplaude que se trate de dos monarcas con estudios universitarios y que la Reina sea periodista, profesión un tanto denostada por parte de la sociedad.

A lo largo de estos años hemos conocido a una Princesa que ha tenido en la reina Sofía el mejor ejemplo, aunque ahora ese espejo en el que mirarse podría romperse, pues será inevitable compararlas. La rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, reconoce que doña Letizia sabrá ponerse al nivel de su antecesora, aunque tendrá el listón «muy alto». No obstante, recuerda que el papel que ahora cumplirá Letizia es perfecto para ella. «Está capacitada para cualquier cargo. Es un cargo como otro cualquiera, no es por el título sino por lo que representa».

Con 42 años, esta mujer de apariencia frágil es un torrente de personalidad y que nunca deja un fleco sin atar. Revisa sus discursos, los cambia si hace falta. Su perfeccionismo la ha convertido en una Reina aparentemente distinta a su suegra. Natural de Oviedo, la nueva Reina de España se mantuvo ayer imperturbable ante el nombramiento de su marido como Rey. Sentada junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, no dejó de observarlas. A partir de hoy se abre un camino largo y difícil de recorrer.