Hay pocas profesiones que exijan estar disponible en cualquier momento y a predisposición de la labor que se desarrolla. Una de ellas es la de abogado del turno de oficio. Asesorar y defender a un ciudadano sin recursos económicos en un centro de detención o ante un tribunal de justicia es un servicio que ofrece el Estado con el objetivo de satisfacer el derecho de tutela judicial con las máximas garantías de igualdad e independencia. Este trabajo siempre ha supuesto una implicación, responsabilidad y esfuerzo mayor que el resto de empleos para aquellos que lo prestamos.

Los 42.500 profesionales adscritos a los servicios de Asistencia Jurídica Gratuita y Turno de Oficio en España, somos abogados que cubrimos las necesidades de los ciudadanos que no pueden costearse un proceso judicial, perdiendo parte de nuestra vida como personas. Pero esta decisión no debería suponer un desprestigio y desamparo por parte de las instituciones provinciales, autonómicas y nacionales. Pertenecer a este servicio implica estar disponibles las 24 horas del día, los 365 días al año. No existe esfera privada pues trabajamos y vivimos en pro del derecho a la defensa. Esta dedicación social nos limita, pues el tiempo ya no es nuestro, no podemos alejarnos de nuestra casa porque en cualquier momento hay una persona que necesita de nuestra ayuda, para que le asesoremos y para que defendamos sus derechos ante la justicia. Pese a que nuestra vida está vinculada a la labor profesional que ejercemos, no nos quejamos por ello pero sí reclamamos un respeto por parte de los gobiernos. Cobrar una retribución digna no es algo que deberíamos exigir, sino que debería ser un punto ya incluido en nuestro quehacer, como cualquier otro trabajador. Hay casos que demuestran la indefensión que sufrimos. Una guardia de 24 horas es retribuida a 5,16 € en el mejor de los casos. Pero hay situaciones como la de los compañeros que realizan guardias en los partidos judiciales de Ronda, Coín, Estepona o Vélez-Málaga que llegan a percibir 1,29 € por hora, teniéndose que pagar con esa cantidad los desplazamientos a los juzgados o centros de detención.

Un procedimiento ante el Tribunal del Jurado en casos de delitos contra la vida, que es el que tiene la mayor retribución, 567 euros, conlleva para el letrado más de 100 horas efectivas de trabajo y no pocos desplazamientos a prisión y juzgados, por lo que la hora se retribuye por la administración andaluza a menos de cinco euros. Actualmente el salario mínimo fijado por ley para los empleados de hogar que trabajen por horas, en régimen externo, y los trabajadores eventuales y temporeros es de 5,05 euros por hora efectivamente trabajada. No hay trabajador que cobre lo que percibimos los abogados del turno de oficio. Y estos son sólo algunos de los ejemplos de lo que vivimos día a día los abogados del Turno de Oficio. Pero, ¿por qué recibimos este trato? Las instituciones encuentran en la crisis económica la justificación perfecta a sus actitudes, sin embargo, esta situación ya se prolonga desde hace muchos años; pero es ahora cuando empieza a ser insostenible. Por eso, exigimos una reconsideración de la remuneración que recibimos. Un año de retraso en el pago, tal y como sucede en Andalucía, remuneraciones pésimas y una disponibilidad 24 horas al día son las características que definen al turno de oficio. Es triste y duro porque estamos ante un servicio que cumple con lo que ya proclamó la Constitución española de 1978: «La justicia será gratuita cuando así lo disponga la ley, y en todo caso, respecto de quienes acrediten insuficiencia de recursos para litigar». Nos sentimos orgullosos de pertenecer a este servicio. Estamos disponibles las 24 horas del día porque creemos en la justicia y queremos defender a aquellos que, por razones económicas, no pueden pagarse un abogado, sea donde sea y en el momento que nos necesiten. Tenemos un compromiso con la sociedad que se manifiesta en esas guardias y en nuestro trabajo diario. Confiamos en la Justicia Gratuita y en su labor, y por ello, aprovechamos el Día de la Justicia Gratuita, 12 de julio, para requerir una consideración de todo nuestro trabajo.

*Guillermo Jiménez es presidente de la Comisión del Turno de Oficio del Colegio de Abogados