­El metro de Málaga consiguió sobreponerse a la canícula y la modorra de agosto en su primer mes de funcionamiento e iniciar su andadura en la ciudad con cifras positivas, si bien pendientes de un amplio margen de mejora. Con muchos de sus tramos todavía sin oportunidad de calibrar su incidencia real -la Universidad y la Ciudad de la Justicia, dos de las principales cabeceras de la línea 2, se mantienen sin apenas actividad-, el suburbano, convertido durante años en materia de debate político, ya habla en su recuento de cientos de miles de pasajeros. En concreto, 380.097 para el periodo comprendido entre el 30 de julio y el 29 de agosto.

Según fuentes de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, el balance arroja una media de 12.261 al día. La cifra, no obstante, desciende a 10.959 si se descuenta la jornada inaugural, en la que 51.320 personas flanquearon las puertas de las estaciones de manera gratuita.

Los datos aportados por la administración reflejan también el volumen global de pasajeros que se obtiene después de detraer el registro de la fiesta de partida. En total, han sido 328.777 usuarios de pago en 31 días. Si se mantuviera la tendencia, las líneas 1 y 2 del suburbano, las únicas en servicio hasta el momento, sumarían al final de año más de 3,9 millones de pasajeros. Una cantidad, si bien a través de la suma de dos recorridos, situada muy cerca del montante anual de alguna de las rutas de la EMT más frecuentadas como la de la línea 11, que conecta la universidad con las playas de El Palo, y que en 2013 prestó servicio a alrededor de 4 millones de usuarios.

Con estos números, el metro, todavía a la espera de poder mostrar su verdadera musculatura, se quedaría por debajo del planteamiento elaborado por la propia infraestructura para el conjunto del año, que habla de 5 millones de usuarios en total -416.666 al mes, 88.000 más que en el pasado agosto-.

En cualquier caso, el cálculo se asienta en una previsión a buen seguro revisable, ya que, tanto la consejería como los propios trabajadores de la infraestructura, confían en que la demanda se multiplique a partir de septiembre, con la entrada en escena de la comunidad universitaria y judicial. Será entonces, con la ciudad operando ya a pleno rendimiento, cuando el servicio se enfrente a su primera piedra de toque. De momento, el volumen de pasajeros es más que razonable, con picos que, en lo que respecta al periodo, se concentraron en la semana inaugural, en la que buena parte de los usos fueron ociosos o por simple curiosidad, y en la feria, que dispuso un horario especial para acercar a los ciudadanos al entorno de celebración. En los primeros siete días de servicio, el metro fue utilizado por 92.202 usuarios, lo que arroja un promedio diario de 13.171. La segunda jornada con mayor afluencia fue el 31 de julio, el primer día de pago, que se saldó con una clientela nada despreciable, de 17.035 personas. Por contra, el 24 de agosto, resaca del final de la feria, registró la actividad más baja desde que entró en funcionamiento la infraestructura, con apenas un tránsito de 5. 323.

El delegado provincial de la Consejería de Fomento y Vivienda, Manuel García Peláez, describe la trayectoria del suburbano en su compás de inicio como «muy positiva». «Especialmente -señaló a este periódico- si se tiene en cuenta que dos de sus principales polos de atracción todavía no están a sus niveles habituales de actividad».

Para el representante de la Junta, los resultados representan, sin embargo, un estímulo para seguir trabajando en la prolongación del trazado metropolitano, que tiene pendientes, entre otros tramos, la conexión con la zona Este y con la Alameda. «Es desde luego un acicate para completar la red de la ciudad», puntualiza.