­La ambiciosa reforma de las urgencias del Hospital Carlos Haya de la capital malagueña aún tendrá que esperar un año hasta estar concluida de manera definitiva. El delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Daniel Pérez, dio ayer una fecha de apertura total de los servicios: agosto-septiembre de 2015.

El Plan de Urgencias Hospitalarias anunciado en junio por la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, está ligado de forma intrínseca a las reformas, por lo que este hospital tendrá que esperar más que el resto de la provincia y de la comunidad hasta su apertura al 100%.

El propio Daniel Pérez reconoció ayer que los servicios se abrirán poco a poco y que hasta que funcione todo habrá que esperar cerca de un año. Este plan incluye entre sus objetivos mejorar los tiempos de atención a los pacientes y reducir esperas innecesarias gracias a la clasificación en las urgencias, donde se pretende que no se supere los cinco minutos antes de la evaluación y que los pacientes que precisen hospitalización no estén más de 24 horas en observación esperando una cama.

Aunque la Junta niega el retraso del inicio de las obras, la propia consejera anunció que empezarían a finales de verano, señalando el actual mes de septiembre. En rueda de prensa ayer, el delegado provincial advirtió de que las obras no se retrasarán, sino que éstas comenzarán a finales de octubre o principios de noviembre.

«De momento se está elaborando el proyecto de obra, que se va a hacer por fases. Se van a liberar espacios para que se pueda hacer», destacó Pérez, que señaló que una reforma de esta envergadura requiere de plazos administrativos y de un concurso público.

«Estamos pendientes de iniciar esa liberación de espacios, pero la fecha tope de finalización será agosto-septiembre de 2015. Es una obra compleja que mejorará la atención de los malagueño», apuntó. Pese a este retraso en Málaga, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, insistió ayer en el debat del estado de la comunidad en que el 1 de octubre se pondrá en marcha el plan de mejora de las urgencias.

En otros hospitales de la capital, como el Clínico, el plan se implantará poco a poco. «Allí hace no mucho hubo obras que mejoraron la organización, no requiere de una obra en el hospital, allí las mejoras van a ser organizativas», señaló el delegado.

Pese a que el plan de mejoras en la organización de las urgencias está sujeto a las obras -en el caso de Carlos Haya- han sido varias los voces que han criticado que se retrase hasta solaparse con el invierno y la alta frecuentación causada por las enfermedades derivadas del frío.

Igual opina el presidente de la junta de personal del complejo sanitario Carlos Haya, Juan Antonio Torres, que afirma que las obras tenían que haberse adelantado al periodo estival. «En verano la actividad hospitalaria se reduce muchísimo y las operaciones programadas cerca de un 30%», señala, al tiempo que apunta a que será un invierno duro. «Para hacer las obras habrá que reducir espacios, las urgencias se van a colapsar», advirtió Torres, que recordó que hay que cerrar herméticamente cada una de las partes en la que se trabaje para que el polvo no pase a los enfermos.

Al margen de los tiempos de la obra, Torres reconoce que se trata de un proyecto -tanto el plan como las reformas- muy necesario en este centro sanitario. Así, considera que la ampliación de zonas de clasificación, a las que se dotará de intimidad, es la más necesaria de las medidas. «La intimidad es para mí el primer hándicap de las urgencias, porque mientras un paciente espera se entera de lo que le pasa a otro. Y da igual que sea una mujer maltratada que una violada: eso no puede ser».

Sobre la nueva sala de espera, el representante de los trabajadores afirma que arreglará la situación actual, pues en la misma confluyen personas que están muy enfermas, otras que esperan pruebas y quien espera el triaje para evaluar la gravedad de su enfermedad.

En cuanto a la medida que plantea que ningún paciente pase más de 24 horas en observación esperando una cama en planta, Torres reconoce que en Carlos Haya no suele superarse en muchas horas, como sí ocurre en el Hospital Clínico.

La obra, que costará 1,7 millones de euros, prevé ganar 800 metros cuadrados en las urgencias del centro, además de dotarle de más consultas, una nueva y más grande área de Observación y una sala de información a familiares.