La venta de viviendas a extranjeros en Málaga se mueve ya en volúmenes casi similares a antes de la crisis. El primer semestre de 2014 se ha cerrado en la provincia con más de 5.000 transacciones a cargo de foráneos -a razón de casi 30 operaciones diarias-, según los datos aportados a este periódico por el Consejo General del Notariado. Tres de cada cuatro transacciones (casi 3.800) las realizaron extranjeros no residentes en España, añade el Colegio. El número de operaciones registradas por los notarios en este 2014 -que incluso mejoran ligeramente las cifras publicadas la semana pasada por el Ministerio de Fomento- duplica el ritmo de compras de los años más duros de la crisis y supera también a las del ejercicio de 2007, justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria. Respecto al mismo periodo del año pasado, la subida de ventas es del 41%.

Desde que se inició la crisis, el único repunte significativo en la venta a extranjeros se dio a finales de 2012, cuando la inminente subida del IVA del 4% al 10% aceleró cientos de operaciones y disparó el número total de transacciones en la provincia de forma artificial hasta las 2.622 en un solo trimestre. Sin embargo, la tendencia ascendente desde finales de 2013 sí evidencia ya a las claras una recuperación consolidada del mercado. Británicos, noruegos, suecos, belgas, rusos y franceses encabezan así unas compras que están permitiendo mantener la actividad inmobiliaria en la Costa del Sol, acaparando cerca del 40% de las operaciones que se registran en la zona.

Sin embargo, hay un elemento clave que diferencia ambos momentos y que, ahora mismo, juega en favor de los compradores: el precio de las transacciones se ha reducido un 35% desde los valores máximos de mercado alcanzados entonces. Según el Consejo General del Notariado, los extranjeros compraban las casas en Málaga durante los años 2007 y 2008 a un precio medio de entre 2.300 y 2.560 euros el metro cuadrado. Actualmente, esa horquilla ha descendido al entorno de los 1.670 euros.

Por nacionalidades, destaca el fuerte incremento que experimentan las ventas de vivienda a británicos, que ya eran los principales clientes inmobiliarios de la Costa del Sol. En 2014, este mercado ha adquirido un total de 1.070 inmuebles en Málaga, un volumen superior en un 60% a las cifras del año anterior. Le siguen los suecos, que han comprando 593 casas (un 49% más), los belgas (397, un 31% más) y los rusos (336, un 26% más). Los noruegos aumentan un 6% sus compras con 306 operaciones y los alemanes un 56% para un total de 287. Por su parte, daneses y franceses se quedan en 273 y 161 en lo que va de año, ambos también con subidas de alrededor del 30%.

El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), José Prado, afirmó que la corrección del precio de las viviendas es, sin duda, uno de los elementos que está actuando de acicate para que los extranjeros -principalmente personas que buscan una segunda residencia por encima del perfil de mero inversor- hayan puesto sus ojos de nuevo en la Costa del Sol. Otro de los motores, a su juicio, es la labor de promoción del proyecto Living Costa del Sol, una iniciativa desarrollada por la Diputación de Málaga, el Patronato de Turismo de la Costa del Sol y la propia ACP.

Prado recordó que en los últimos años se ha viajado a destinos como Gran Bretaña, Rusia o los países bálticos para presentar la oferta inmobiliaria a los promotores e inversores locales. Para la organización de estos encuentros se viene contando con la colaboración de la embajada española en cada país.

«Curiosamente, los lugares que hemos visitado coinciden con los mercados donde más están aumentando la compra de vivienda. Y si en Rusia no hubiera problemas políticos y no se estuvieran restringiendo las salidas de divisas sus compras serían muy superiores», apuntó. Living Costa del Sol está organizando en estos momentos un nuevo viaje a Oslo y Estocolmo, que se celebrará entre octubre y noviembre.

Prado afirmó que la reactivación de las compras indica también que los extranjeros ya han superado el recelo hacia la ordenación urbanística española, cuya imagen quedó muy dañada por las irregularidades administrativas de los años del boom inmobiliario. La ACP añade que estas adquisiciones están permitiendo al sector malagueño «llorar con un solo ojo» ya que el comprador local sigue teniendo muy restringido el acceso a la financiación. Prado criticó que, pese a las medidas de liquidez abiertas por el Banco Central Europeo (BCE) a pymes y particulares, el sector promotor sigue «apartado» de los canales de crédito.