­La UMA mantiene la cifra récord de alumnos que han solicitado una beca de estudios a la vez que han presentado su inscripción para estudiar un grado o un máster. Este año han sido 20.097 los universitarios que han realizado la petición, más de la mitad de los matriculados este año, y que ya superan los 34.500 estudiantes, según las últimas cifras aportadas por la institución académica malagueña, que recuerda que el plazo de ingreso aún no ha expirado.

Lo que sí ha terminado es el periodo para pedir una beca. Lo hizo el miércoles de la semana pasada, y según informó a La Opinión de Málaga la vicerrectora de Estudiantes de la UMA, María Jesús Morales, los datos son equiparables a los registrados el pasado curso. Es más, sólo hay una diferencia de 23 aspirantes (en el 2013/14 fueron 20.120). Morales señaló que su departamento ya ha comenzado a cruzar la información facilitada por los alumnos con la disponible, tanto los méritos académicos como los requisitos económicos. Para ello, la UMA cuenta con la colaboración de cinco personas enviadas por el Ministerio de Educación, «para acelerar al máximo estos trámites y dar una respuesta en el menor plazo posible a quienes esperan una beca del Régimen General», señaló. Pero también para anticipar la convocatoria de ayudas de estudio que cada año entregan conjuntamente la Junta de Andalucía y la propia Universidad, «con unos criterios académicos más flexibles a las que pueden acceder quienes se quedan sin beca del Ministerio», precisó la vicerrectora.

El pasado año, se logró un máximo de solicitudes. Un 5,8% más que el año anterior. A pesar de las dificultades por lograr una beca, el Ministerio concedió un total de 12.387, casi un 15% más que el año anterior. El punto negativo fue la cuantía de estas ayudas, ya que cada alumno recibió de media unos 336 euros menos, según se encargó de recordar la rectora, Adelaida de la Calle, en una entrevista publicada por este periódico con motivo del inicio del curso universitario.

También se vieron reducidas las becas de colaboración con departamentos, que han pasado de 112 a 83 y su de 2.700 a 2.000 euros, descendiendo la inversión en este capítulo de 302.000 euros a 166.000.

Por otro lado, la Universidad de Málaga y la Junta de Andalucía destinaron 875.000 euros para ayudas al estudio, de los cuales 250.000 correspondieron a la aportación de la Universidad de Málaga.

Al contrario que en años anteriores, Morales desconfía de que en este curso sean muchos los alumnos que, tirando de picaresca, hayan solicitado una beca a sabiendas de que no les corresponde por nota. En diciembre del año pasado, antes incluso de comenzar a tramitar las peticiones, ya prevía que una cuarta parte de los estudiantes que la habían pedido iban a recibir una carta en la que se les notificaría que no tienen derecho a esta ayuda. En algunos casos, los alumnos de nuevo ingreso ni siquiera llegaban al 5,5 de media que se exige en la PAU. Con ello, los alumnos ganaban tiempo para empezar a pagar las tasas.

Este año el Ministerio también ha dado un respiro a los becarios de las carreras de Ciencias y las técnicas. Educación ha aumentado el número de suspensos que permite a los universitarios para no tener que devolver el dinero de las becas y mantener así estas ayudas. Con el 40% de los créditos será suficiente.