Han volado de Málaga a Estados Unidos para cumplir el sueño de cualquier emprendedor. Luis Hernández y Gonzalo Pérez, responsables respectivamente de las pujantes firmas malagueñas Uptodown y Evovelo, realizan desde octubre un programa de aceleración en la prestigiosa Universidad de Harvard dentro del programa Dat Venture de la consultora global española Efron Consulting. La estancia en este curso, denominado Sustainable Product Design and the Innovation Ecosystem, está becada por Promálaga y forma parte de una experiencia piloto (hay otras dos empresas ahora mismo en la tejana Austin) que en un futuro permitirá a más firmas viajar a universidades norteamericanas.

«Echamos casi diez horas de trabajo diarias. Son tres meses de programa, hasta diciembre, y todo está superconcentrado y muy enfocado al emprendimiento. Por la mañana vamos a la incubadora y a los centros de innovación. Luego tenemos multitud de eventos y muchas charlas con inversores y potenciales socios. Hay mucha más práctica que teoría, con contenidos muy personalizados para cada empresa», comenta exultante Luis Hernández, de Uptodown, desde Boston (Massachusetts). El programa es un nuevo salto cualitativo para su empresa y le está facilitando la búsqueda de socios inversores en Estados Unidos en su estrategia de expansión.

Este portal malagueño de descargas por internet, creado en el año 2003, tiene actualmente un tráfico global de 40 millones de usuarios al mes, con crecimientos a ritmos del 20% en los últimos tiempos. La firma tiene a diez personas trabajando en la sede central de Málaga y a otras 30 por todo el mundo, ya que Uptodown cuenta con versiones de su plataforma en 13 idiomas, con el tailandés, el coreano y el árabe como mas recientes incorporaciones. La empresa, además, está pegando muy fuerte con las descargas de apps para móviles, que ya suponen el 65% de su tráfico global y que les coloca en un posición sencillamente fabulosa: terceros en este segmento de descargas tras los gigantes Amazon y Google. La facturación en 2015 puede acercarse a los dos millones de euros aunque Hernández, más allá de la cifra, valora mucho más el haberse afianzado como uno de los líderes de distribución de aplicaciones.

«Es impresionante. El último año ha sido fantástico, de locos. Nuestra compañía lleva diez años en el mundo del software, pero es ahora cuando ha explotado todo», dice. Uptodown tiene como reto abrir a corto plazo una delegación en Estados Unidos y ahora mismo se debate sobre si hacerlo en el emblemático Silicon Valley californiano o en la propia Boston, aprovechando su estancia en Harvard.

«Tengo pensado visitar San Francisco y Nueva York en estas semanas con mi socio José Domínguez y hacer todo el papeleo necesario para establecer la delegación. Aquí se puede montar una empresa con 200 dólares pero lo que queremos es hacerlo bien. En eso el curso en Harvard nos ayuda mucho, porque te ayudan a reclutar el talento. Uptodown está en un momento dulce y de lo que se trata ahora es de buscar también un buen socio estratégico en Estados Unidos, además de dos personas para la oficina que abramos», comenta.

Por lo pronto la firma tiene ya ultimada lo que será una excelente carta de presentación en el mercado norteamericano ayudados por Dat Venture: una plataforma en versión beta desarrollada en colaboración con universidades americanas para ayudar al lanzamiento de nuevas apps desde Estados Unidos al resto del mundo.

Vehículos de futuro

El sueño de Harvard también lo está disfrutando Gonzalo Pérez, fundador de Evovelo, una startup que desarrolla vehículos con criterios de eficiencia, sostenibilidad y respeto al medio ambiente. «Los días son muy intensos, una locura, pero yo estoy disfrutando a tope con la experiencia. Nos están ayudando muchísimo en el diseño, con contactos de posibles socios estratégicos y con el tema del marketing. Es una experiencia fantástica y un halago que se hayan fijado en nosotros», comenta Pérez, que lleva investigando en el campo de los vehículos sostenibles desde 2011. El primer prototipo de Evovelo es similar a un coche, pero dotado de sistema solar, pedales y motor eléctrico.

«Es un vehículo muy ligero y eficiente, ideal para moverse en entornos urbanos y consume la energía equivalente para un coche de dos litros de gasolina cada 1.000 kilómetros. El objetivo es que el precio de mercado no supere los 5.000 euros», detalla el responsable de Evovelo, creada en mayo y que cuenta con cinco integrantes.

El prototipo, cuyo diseño tiene el asesoramiento del MIT de Massachusetts, se está desarrollando en código abierto con la idea de alcanzar en el futuro acuerdos con otras compañías para su fabricación a gran escala. De momento, durante su estancia en Harvard, se realizará su primer test de mercado, con el objetivo de conseguir un centenar de pedidos de su vehículo a precio reducido y en versión de prueba. Ya hay clientes interesados en Alemania, Chile, la propia Estados Unidos y hasta en la recóndita isla de Pascua, relata Gonzalo Pérez. La Escuela Superior de Diseño Industrial de La Rioja también anda detrás del prototipo para emplearlo con sus alumnos.

La intención de Evovelo es que, una vez cerrados estos primeros pedidos, los primeros kits puedan ser enviados en el verano de 2015. Luego, una vez pulidos los defectos, comenzaría la producción en cadena del producto ya ensamblado para el cliente finalista.