La hostelería de Málaga perdió esta pasada madrugada a una de sus figuras más singulares. Un referente. Anoche fallecía, a los 62 años, Jesús López, el dueño y 'alma mater' de El Pimpi Florida, el emblemático establecimiento situado en las Cuatro Esquinas de El Palo, un templo del marisco, el vino y sobre todo la copla, de la que este hostelero era un gran amante. En 2008, Jesús tuvo que ceder el timón de la taberna a su hijo tras sufrir un infarto que, como no podía ser de otra manera, le sobrevino mientras atendía a su fiel clientela. Desde entonces, Pablo, el segundo de sus hijos, recogió el testigo de Jesús, siguiendo con la tradición que inició su abuelo Gregorio, quien abrió este modesto y singular bar.

El pasado 5 de diciembre El Pimpi Florida reabría sus puertas tras un mes de vacaciones, periodo que se le hizo eterno a su legión de seguidores, como bien quedó reflejado en las redes sociales. El inigualable local, estrecho y "hasta incómodo" -en palabras del propio Jesús- sólo está abierto cuatro horas al día, pero sus incondicionales hacen colas desde mucho antes. Desde las 20.00 horas esperan en la acera para coger sitio. Y es que el bullicio y el trato exquisito que Jesús siempre daba a sus invitados han otorgaban ese toque especial al establecimiento. Como también son los rituales que en otros bares resultan imposibles, como colarse en la cocina para acceder al pequeño patio en el que poder fumar sin pasar por la puerta. Sin olvidar, otra gran tradición del cierre: el 'adiós' entonando el 'Novio de la muerte'.

Con el siguiente mensaje, el perfil del local daba a conocer la noticia esta tarde:

una publicación de El Pimpi Florida - Página oficial.