­Los jueces han dado la razón a la dirección del colegio privado MIT School, situado en el Parque Tecnológico, y ha declarado como procedentes los despidos de seis profesores que daban clases en este centro. Por este motivo, han desestimado las demandas presentadas en su día por estos docentes en contra de la institución educativa. En todos los casos, el colegio ha salido victorioso en estos contenciosos judiciales y que, según recuerda su gerente, Javier Díaz, han perjudicado la imagen de su centro.

«En todas las sentencias se nos da la razón y son de dos juzgados distintos», insiste Díaz.

En los años 2009 y 2010, cuando se admitieron los actuales socios trabajadores del colegio, se les informó de manera oral y por escrito (así venía en los anuncios internet y periódicos buscando socios) que tenían tres años como mucho para obtener el First Certificate of English (B2), puesto que el MIT iba a ser un colegio bilingüe. Según Díaz, en los primeros cuatro años algunos docentes se sacaron este título «pero otros ni siquiera hicieron el más mínimo intento, pese a recordárselo periódicamente, y decirles que si no lo obtenían el colegio no contaba con ellos».

El curso pasado, el inspector de la Delegación Territorial de Educación advirtió al centro de que estos profesores sin titulación en B2 no podían seguir impartiendo clases en el MIT bilingüe. «Si en el curso siguiente veía que había problemas de titulación al respecto, nos revocaba la licencia de colegio, abriendo un expediente en Sevilla», explica el director.

«Por este motivo, el verano pasado dijimos a los profesores que no tenían el B2 que el curso entrante no podían dar las clases de las asignaturas que eran en inglés, y que se les proponía una modificación contractual reduciéndoles las horas que debían dar en inglés, para dárselas a otro profesor nuevo que sí lo tuviera». De los 15 profesores a los que se les propuso, aceptaron nueve (entre ellos dos socios que no se querellaron) y seis no aceptaron (todos socios querellantes).

Ante esta negativa, el MIT decidió proceder al despido de estos seis docentes. Ahora estos juzgados han decretado que fueron despidos procedentes. Javier Díaz lamenta la campaña de desprestigio que, según dice, durante meses ha tenido que sufrir el colegio, con manifestaciones continuas de estos profesores antes las puertas del centro, lo que ha dañado la reputación de la entidad.