­La constancia de la grave situación económica insoportable para muchas familias, la presión política y social y las reclamaciones de los propios usuarios han hecho que la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) se haya abierto a la práctica social -ya desarrollada por el Ayuntamiento y otras empresas municipales- de facilitar a sus clientes con dificultades económicas el pago de los recibos por consumo de agua.

Durante 2014 la empresa decidió ampliar las medidas de flexibilización para el pago de facturas atrasadas. De esta manera, según los datos aportados por la propia empresa de aguas, un total de 7.774 clientes lograron un acuerdo para fraccionar el pago de esa deuda. La cifra es espectacular en comparación con años anteriores; en concreto esos acuerdos de pago suponen un incremento de un 60% con respecto a los que se firmaron en 2013.

Este aumento en las facilidades para pagar facturas atrasadas es inversamente proporcional a la disminución del número de cortes de suministro por impago. Emasa ha reducido en más de un 90 por ciento los cortes de suministros por impago en los dos últimos años.

El importante aumento de los fraccionamientos de pago viene precedido de un trabajo singular realizado por el área de Bienestar Social del Ayuntamiento, que pone en mano de los responsables de Emasa un informe y estudio sobre la situación económica y social que vive la familia que solicita el fraccionamiento.

Calendario de pago. Gracias a estos informes Emasa ha podido abrir la mano para ampliar considerablemente los plazos de pago y con seguridad suficiente. Tras analizar los informes, Emasa negocia con los morosos y establece un calendario de pago que se amolda en la mayoría de los casos a las pretensiones de los abonados y a la cuota que están dispuestos a asumir.

Según señalaron fuentes de Emasa, la cantidad media que se pone en fraccionamiento está en torno a los 300 euros y el calendario de pago se situa en un mínimo de 2 años y en algunos casos alcanza hasta los cinco años, siempre procurando adaptarse a las necesidades económicas y sociales de los abonados de manera que estos puedan atender las cuotas.

Dentro de esa política de flexibilización del pago, Emasa recurre en aquellos casos en los que es necesario a su fondo social, una partida que sirve para realizar aportaciones concretas que ayudan de forma puntual al ciudadano a ponerse al día en el cobro.

Mas de 6.000 regularizaciones. Durante 2014 el importe gestionado por el fondo social fue de 271.982 euros, lo que permitió atender, según asegura la empresa, todas las solicitudes formuladas desde los servicios sociales municipales.

De otra parte, el cambio en el sistema tarifario para el cobro del agua que se puso en marcha en noviembre de 2013, que pasaba a facturar en función del número de clientes empadronados en cada vivienda, en lugar de por bloques de consumo, ha permitido sacar a la luz los defectos que había detrás de cada recibo y regularizar el número de habitante de cada casa. Según Emasa, esta regularización ha supuesto un incremento importante habiéndose efectuado más de 6.000 cambios de nombres, lo que supuso un incremento de un 18%.