­El sector de la agroalimentación genera una industria de la cual dependen de manera directa 80.000 familias en Málaga y se sitúa como la provincia con mayor variedad de productos de este tipo, según el ingeniero agrónomo y representante de la marca Sabor a Málaga, Ángel Salazar.

La ponencia que ofreció ayer el experto dentro de los Cursos de Verano que imparte la Universidad de Málaga en Ronda, bajo el título «Enoturismo. Una oportunidad para el desarrollo local», versó sobre el potencial que tiene la provincia en este sector y la posibilidad de crear rutas agroalimentarias como «un producto más para implementar en la actividad turística malagueña». Esto, sumado a los recursos paisajísticos y monumentales, puede ayudar a los pueblos del interior para crear por comarcas rutas multiproducto. Un proyecto en el que ya trabajan, según afirmó, y que abordaría cada artículo; el aceite, el vino, el queso, los embutidos, los jamones ibéricos o la repostería propia de cada zona en las rutas.

«El sector agroalimentario cada vez supone un porcentaje mayor en la economía malagueña y es un sector alza que sigue evolucionando», incidió, y matizó que de las 80.000 familias que viven en la provincia de manera directa del sector, 20.000 se localizan en la Serranía de Ronda.

Como apartado a mejorar dentro de la agroalimentación, Salazar mencionó la falta de apoyo de las administraciones públicas para facilitar medidas en el momento de tramitar permisos y licencias para crear empresas, y por lo tanto empleo, en este ámbito.

Sabor a Málaga en cifras

En cuanto a la marca Sabor a Málaga, Salazar explicó que en este momento 250 productores están adheridos a esta marca, un número que esperan duplicar en el próximo año, según las estimaciones hechas por la propia institución.

Además, su intención, según indicó, es seguir incluyendo el sector de la restauración para un mayor consumo de estos productos y hacer convenios con grandes cadenas de alimentación y distribución.