Málaga lidera las pujantes cifras del segmento turístico de bienestar y salud en Andalucía, un sector que el pasado año propició la llegada a la comunidad de unos 760.000 turistas, con un incremento del 7,1% en relación al ejercicio anterior, y que cuenta ya con casi 450 establecimientos especializados, el triple que hace cuatro años. Según un estudio presentado ayer por el consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, Málaga concentra casi el 34% de los negocios que ofertan este tipo de servicios -lo que arrojaría una proyección de casi 260.000 visitantes-. Las siguientes en el ranking , a bastante distancia, son Granada y Cádiz, ambas con algo más de 16%.

La gran mayoría de los establecimientos especializados en este ámbito son hoteles (77% del total) seguidos de balnearios (23%), con una oferta de «ocio saludable», compuesta mayoritariamente por spa/wellness, sauna o masajes y, en menor medida, con técnicas como la balneoterapia o la talasoterapia. En concreto, el 91% de los hoteles de cinco estrellas andaluces ya cuentan con este tipo de oferta, porcentaje que baja al entorno del 50% en los hoteles de cuatro estrellas.

Fernández, acompañado por representantes del sector turístico como el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, aseguró que el crecimiento de visitantes es el 11% en relación a 2011 -fecha en la que se realizó el anterior estudio sobre esta materia- mientras que el número de establecimientos con esta oferta se ha triplicado.

El informe se ha elaborado a través de encuestas tanto a usuarios como a hoteles y balnearios. El turismo de salud engloba también al viajero interesado en tratamientos médicos en el destino, donde tiene cabida la oferta sanitaria privada, aunque este estudio se ha centrado en la citada oferta de ocio saludable.

Un factor muy atractivo de este sector es que el gasto diario medio por persona de este perfil de visitante roza los 73 euros, por encima de los 59,8 euros del turista genérico. La cifra, además, ha aumentado en nueve euros y medio respecto al registro del año anterior. Fernández destacó los «beneficios directos» de este segmento ya que sólo el 13% del gasto total se destina a los tratamientos de salud mientras que el grueso (57%) se dedica a cuestiones como la restauración y alojamiento o a las compras (18%). El único hándicap es que la estancia media de estos viajeros (6,1 días) es bastante inferior a la del global de turistas en Andalucía (8,8).

El consejero afirmó que el sector del turismo de salud y bienestar está «en auge» y que debe contribuir a luchar contra la estacionalidad de los hoteles andaluces durante la temporada baja por su «potencial increíble» a lo largo de todo el año. De hecho, según Fernández, los hoteles que tienen esta oferta notan menos la bajada de turistas en los meses de invierno.

«Es un segmento en auge, que tiene mucha capacidad en invierno y que se considera fundamental y prioritario. No podemos dejarlo escapar ni dormirnos en los laureles», explicó.

El estudio apunta también que el grueso de la demanda de salud y bienestar en la comunidad la conforma el mercado español (71,4% del total), repartidos casi a la mitad entre andaluces y visitantes de otras comunidades españoles. De entre los extranjeros, las visitas más importantes son las de británicos y alemanes, destacando también los aumentos en los últimos años de turistas rusos y estadounidenses. El consejero dijo que, en general, estos turistas buscan «nuevas experiencias y relajarse y desconectar».

El 52% de estos visitantes afirmó que viene a Andalucía sólo por este tipo de turismo, aunque algunos apuntan también al turismo de sol y playa y a la oferta cultural. Fernández abogó por aumentar estas sinergias y otras como el golf, además de «explorar posibilidades», caso del turismo rural, turismo activo o enogastronomía para «mejorar la experiencia del viajero y dar más valor añadido». También destacó la valoración de 8,9 sobre 10 que recibieron estas instalaciones por parte de sus clientes.