­Expectativas económicas más atractivas, el buen clima o un mantenimiento más cómodo han empujado los agricultores de la provincia de Málaga a liarse la manta a la cabeza y arriesgarse con nuevos cultivos. Los más recientes son la plantación de quinoa en la Vega de Antequera; la stevia en la Axarquía y la nuez pacana en el Valle del Guadalhorce.

Así, la empresa familiar Sola de Antequera, que comercializa sus productos con la marca Alsur, inicio a principio de año la primera plantación de quinoa. Se trata de un cultivo de prueba que se extiende a lo largo de 400 hectáreas.

La quinoa es un alimento con un alto valor nutritivo que será exportado a China, Japón, Canadá, EEUU, Australia o Europa, sus principales consumidores. La climatología seca y calurosa del interior de la provincia es idónea para este cultivo originario de Perú o Bolivia.

La plantación se sitúa sobre la tierra donde antaño se cultivaba trigo, girasol o cebada, siendo un cultivo similar en su mantenimiento, pero «más rentable para el agricultor porque produce los mismos kilogramos pero pagan tres veces más».

«Cuando tengamos la variedades adaptada a la zona puede estar entre 5.000 y 7.000 kilogramos por hectárea», indica José Jiménez, quien señala que la recolección del fruto dará comienzo el próximo martes.

Por su parte, la stevia se ha convertido en el edulcorante más demandado a pesar de que aún tiene que abrirse camino en la provincia. Su éxito entre los agricultores ha desembocado en la creación de la Asociación de Productores y Comercializadores de Stevias de la Costa del Sol-Axarquía.

Una treintena de productores ya han iniciado ya sus pasos con la stevia. El presidente de la asociación malagueña y a nivel andaluz, Leovigildo Martín Ruiz, destaca la importante fuente de generación de empleo de este cultivo.

En Málaga se reparten unas 15 hectáreas de stevia que pretenden convertirse en 3.000 para alcanzar la extensión de caña de azúcar anteriormente plantada en la provincia y en Granada.

Un cultivo que ha sustituido a las plantaciones tradicionales de tomates, cebollas o patata. «Mientras más horas de sol más calidad de stevia, ya que es una planta subtropical. El cultivo tradicional es inviable por los costes de productos para las plagas y la stevia no necesita nada», señala Martín.

La stevia, al alcanzar la plenitud de su producción, podría llegar a los 5.000 kilogramos, comercializándose normalmente en Holanda y Alemania.

Otro de los cultivos que están tomando terreno en la provincia es la nuez pacana con una extensión de unas 90 hectáreas. Este será el primer año que comience a dar sus frutos transcurridos cuatro años de plantación tras sustituir a plantas de cereales.

«Pensamos que va a tener beneficios. Es una nuez no conocida. Tiene más ventajas que la otra. Los médicos la recomiendan para la salud», explica Andrés García de la empresa Penca del Sur, quien prevé más de 3.000 kilogramos por hectárea cuando la planta supere una década. Con esta variedad de nuez, que viene de América Central y EEUU, ya se experimentó en el año 65, pero no se ha desarrollado hasta ahora.

Por su parte, el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, incide en la dificultad de introducir nuevos cultivos por la necesidad de que el consumidor malagueño se adapte a estos productos.

«Primero se introduce y el consumidor se tiene que adaptar al nuevo producto. Tienen que cambiar el hábito para que el producto se consuma», concluye Bellido.