Estudiar en un colegio concertado sale más caro que hacerlo en uno público En concreto 95 euros, según el último informe hecho ayer público por la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA-UCE). Se trata de un sondeo que esta asociación de consumidores hace entre los padres y que pone de manifiesto las diferencias entre los gastos en la vuelta al cole.

En un comunicado, la UCA-UCE explicó que si los padres optan por un colegio concertado, pese a formar parte de la red pública de centros educativos, el desembolso ronda los 465 euros por cada hijo, mientras que en uno público la cantidad se queda en los 370 euros.

Esta diferencia se deben, fundamentalmente, a las cuotas voluntarias que los concertados piden a los padres para mantener los niveles académicos o las que se piden para el mantenimiento de las actividades de las asociaciones de padres.

Estudiar en un colegio privado son palabras mayores. En este caso, el gasto medio a realizar es de 1.041 euros, incluyendo la matrícula. Es decir, el triple que en un centro público.

Estas cifras de coste dependen del grado de enseñanza y del tipo de centro al que acudan los niños, pero los datos globales apuntan que el gasto previsto de las familias andaluzas es superior al de 2014. «En este estudio los datos expuestos hacen referencia a los costes medios que supone la vuelta al cole», aclararon los consumidores, al mismo tiempo que «dependiendo de determinadas decisiones de consumo, los desembolsos pueden ser inferiores o superiores», en función de diversos conceptos de gastos como pueden ser el comedor, transporte escolar, uniforme, libros, materiales, o matrícula, entre otros.

El pasado año, la Junta de Andalucía sacaba músculo y presumía de que las familias andaluzas se ahorraban de media más de 2.000 euros cada curso gracias a programas como la gratuidad de los libros de texto, el transporte escolar y el servicio de comedor. Solo en libros de texto, las familias andaluzas dejan de invertir entre 257 euros (que cuestan los libros de Primaria) y 325 euros (que cuestan los manuales de Secundaria) por cada alumno. Un alivio para los padres andaluces. Andalucía es de hecho, y junto a Navarra, la única comunidad que mantiene en solitario este plan de ayudas a las familias, que en principio contaba con la cofinanciación del Ministerio de Educación.

La asociación de consumidores anima a los padres a realizar las reclamaciones pertinentes si entienden que se han vulnerado sus derechos como consumidores o usuarios. En este sentido, la entidad ha puesto a su disposición servicios de interlocución y mediación frente a posibles quejas hacia establecimientos en las compras relacionadas con la vuelta al cole, así como de gestión de las reclamaciones por defectos de fabricación de los productos, devoluciones e incumplimientos de garantías.

La UCA-UCE explica que «atenderán los conflictos derivados de incumplimientos o irregularidades de las diferentes administraciones públicas relacionadas con la educación de los escolares -desperfectos, faltas de mobiliario, deficientes condiciones higiénico-sanitarias o de seguridad de los centros, escasez de profesorado y personal en general, deficiencias en el transporte escolar y comedores- y asesorarán la tramitación administrativa de posibles quejas o reclamaciones.

Para todo ello, ha puesto a disposición de las personas afectadas el correo uca-uce@uniondeconsumidores.es, así como toda la red de oficinas territoriales de la organización, con el fin de recepcionar y tramitar las quejas o reclamaciones y buscar solución a las mismas.

La entidad también ha solicitado a los centros educativos que diseñen planes educativos específicos referidos a la alimentación y que sean muy cuidadosos respecto a la oferta alimentaria y los hábitos en los comedores escolares y en las instalaciones educativas en general.

Finalmente y de cara a abordar correctamente este proceso de adaptación y compras, UCA-UCE ha trasladado a los padres un decálogo de consejos en el que explica la importancia de que los últimos días de vacaciones los niños recuperen las rutinas diarias de sueño y comidas; contar con la opinión de estos en la elección y programación de actividades extraescolares, y consultar las posibles ayudas de las administraciones.