El desembarco del turismo «low cost» es una realidad en Málaga para el desagrado de muchos vecinos y empresarios que exigen a las autoridades que busquen a un turista de mayor poder adquisitivo. Mientras tanto, la oferta turística se adapta a estos nuevos tipos de viajeros cada vez más numerosos para dar respuestas sus necesidades.

Cómo llegar: Tren, autobús, coche o avión para desplazarse a la ciudadEl aeropuerto de Málaga ofrece 125 conexiones directas y el coche se convierte en una alternativa que cada vez gana más adeptos

Si de algo puede presumir Málaga es de las facilidades que da para llegar a laciudad y sin necesidad de gastar mucho dinero. Por tierra y aire e incluso mar. Las conexiones con infinidad de puntos del globo terráqueo es una de las bondades de las que saca pecho allá donde va. Las infraestructuras son su fuerte y eso al visitante le conviene.

Solo en vuelos directos, el aeropuerto de Málaga dispone de 125 enlaces, que suelen ampliarse, además, en época estival. Multitud de lugares de países tan dispares como Italia, Noruega, Países Bajos, Alemania e incluso Turquía, Canadá o Marruecos. Las rutas habilitadas desde Málaga hacen posible conectar la ciudad con casi cualquier punto del mundo. Un dato vale para reflejar la respuesta a esta variedad de destinos. La Subdirección General de Conocimiento y Estudios Turísticos detalla que desde enero a julio Andalucía recibió 2,4 millones de pasajeros a través de vuelos de bajo coste. Es más, 12,1 por ciento de los vuelos procedentes de compañías low cost llegan a Málaga.

El tren de alta velocidad es otra opción que puede resultar jugosa si se compra el billete con antelación o para moverse en días claves. El refuerzo de frecuencias durante festivos o el aumento de conexiones con las ciudades que celebran alguna fiesta popular hacen que moverse sea rápido y cómodo.

Si todavía parece caro llegar a la ciudad o partir de ella también está la alternativa del autobús o Bla Bla Car. De un día para otro hay hasta 390 anuncios de personas que ponen su coche a disposición para ir hasta Málaga. ¡El que no viene es porque no quiere!

Cómo moverse: La bicicleta de alquiler es el medio en auge entre los más jóvenesEn el centro proliferan los puestos de este tipo de vehículos para hacerle la competencia a las 4 ruedas

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La bicicleta es uno de los medios de transporte más extendidos en las grandes ciudades y en Málaga cada vez es una estampa más usual. Los malagueños poco a poco se animan a moverse a dos ruedas y los visitantes también se decantan por esta opción.

Alquilar una bicicleta durante 24 horas tiene un precio de 10 euros. Si te interesa un tándem -bicicleta con dos plazas- muchos establecimientos también disponen de ellas. Su precio es de 15 euros al día.

Pero si uno no tiene ganas de pedalear, para visitar el centro de la ciudad o desplazarse desde y hasta la playa las líneas de autobús de la Empresa Municipal de Transporte también son una opción y a buen precio. Por 1,30 euros se puede llegar a La Malagueta, aunque el paseo andando es gratis y corto. Pero la temporada de playas empieza a quedar atrás y el interior es una buena posibilidad. Por solo 12,25 euros uno puede ir a la ciudad romántica por excelencia: Ronda. Conocer el impresionante Caminito del Rey es otro plan muy demandado. Por tan solo 9,70 euros se puede ir y volver en el cercanías desde Málaga. La entrada al Caminito todavía es gratis pero a partir de octubre cobrarán por atravesarlo.

Algo más «acomodada» es la opción del taxi, que en el caso de una ciudad con las dimensiones de Málaga no es una mala inversión.

Qué ver: La ciudad a pie, en barco, en autobús, segway y caballoUna de las propuestas más «low cost» es la de los tours guiados por centro histórico de 'precio libre'

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Málaga cuenta con infinidad de atractivos turísticos y arquitectónicos que se pueden ver de forma gratuita o a buenos precios.

Las iglesias son todas de entra libre y gratuita, algo que agrada y sorprende especialmente a los turistas europeos, acostumbrados a que en otros países sí que haya que hacerlo.

La catedral también es de acceso libre siempre y cuando se acuda en horario de culto. Si lo que quiere es adentrarse en ella y dar un paseo tranquilamente el precio para los adultos es de cinco euros y 0,60 céntimos para los más pequeños.

Otro de los grandes lugares que aguarda la ciudad es el Cementerio Inglés. La necrópolis protestante más antigua de España que se puede visitar por solo tres euros.

Pero si más allá de ver, lo que se busca es una visita guiada por especialistas para una estancia corta, coger el autobús turístico de la ciudad tiene un precio bajo en relación con el de ciudades como Madrid (21 euros por día) o Barcelona (27 euros por jornada) y otras capitales europeas. Por 18 euros por persona se puede subir y bajar tantas veces quieras en las 16 paradas que tiene programada.

Quizá sea menos económica pero es una de las formas más cómodas. Por 30 euros se puede disfrutar del centro y sus puntos más emblemáticos.

Si eres de la vieja usanza y prefieres estar próximo al guía, la historia, las leyendas y tradiciones puedes hacer el tour a pie por 20 euros e incluso en un crucero de 1 hora por la preciosa bahía de Málaga por 23 euros.

Otra de las posibilidades es montar en un coche de caballo y dejarse guiar por este tradicional medio. El precio oscila entre los 25 y los 30 euros.

Dónde dormir: Aumenta el turismo extrahoteleroA partir de los ocho euros se puede pasar la noche en alguno de los hostales que se han instalado en los últimos años en la ciudad. Un modelo cada vez más demandado

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Que en los primeros siete meses del año el turismo extrahotelero haya crecido un 11 por ciento en la ciudad no responde a una moda pasajera, sino a un cambio de tendencia cada vez más consolidado entre nuestros visitantes.

El hotel de varias estrellas sigue vigente pero a estos establecimientos le han salido duros competidores en los últimos años. Los apartamentos, casas rurales o albergues son una opción en alza para aquellos que no tienen muchas pretensiones para dormir.

Los hostel -albergues con un toque moderno en plena ciudad- son otra alternativa para el visitante joven y a partir de ocho euros se puede pasar la noche. Eso sí, el concepto de compartir se expande a todos los niveles. Compartir habitación, compartir cocina...El primero que se instaló en Málaga fue el hostel Picasso hace 11 años y desde entonces la oferta ha crecido de forma considerable.

Otra de las fórmulas para ahorrar es el alquiler vacacional de viviendas no reguladas o el trueque que hacen algunos propietarios al prestar su vivienda bajo el acuerdo de poder viajar y quedarse en el hogar de su huésped cuando visiten su país o ciudad.

Dónde comer: Los turistas buscan variedad gastronómica con precios aptos para todos los bolsillos Los «cupones» de venta en internet son una opción muy socorrida por los visitantes nacionales, a lo que se suman las ofertas locales

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La fiebre de la venta de «cupones» a través de páginas web también ha hecho mella entre los turistas. Buena prueba de ello es que empresas como Groupon o Lets Bonus ofrecen numerosas propuestas para probar algunas platos propios de la gastronomía malagueña o las últimas tendencias que imperan en los restaurantes de moda.

Pero si algo hay que hacer cuando uno viene a Málaga es disfrutar de su clima acompañado de una buena caña. Hay lugares como el Mercado Provenzal que ofrecen la cerveza a 0,40 céntimos. Todo un reclamo para los que no tienen mucho presupuesto. Si lo que gusta es que se alargue un poco más la noche hay infinidad de bares que tienen un público de lo más internacional. El bar Picasso, Shamrock, Morrissey, Las Tortugas bar o el Monkeys House son algunos de los nombres que más resuenan entre los turistas.

La caña o refresco más tapa es otra fórmula para «comerse» la ciudad. Con precios populares que oscilan entre 1,20 euros y 2 euros bares como Vaca Loca, El Tapy, Raff Tapas & Bar, Chopp y muchos más, ofrecen una alternativa económica para saciar el hambre.

Otra de las tendencias que está cogiendo peso es la celebración de almuerzos a precios irrisorios. Por tres euros sirven una plato de paella para que te sientas a gusto y apenas gastes dinero.