Estos días todo son prisas en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga a la espera de que llegue desde el Tribunal Supremo la sentencia final del caso Malaya, uno de cuyos principales perjudicados fue el exasesor de Urbanismo de Marbella, Juan Antonio Roca, que vio cómo se aumentaba su condena desde los 11 a los 17 años de cárcel y comprobó que perderá gran parte de su inmensa fortuna -valorada en 100 millones de euros-. Así, para transformar esos bienes en dinero contante y sonante es necesario venderlos y, previamente, es necesario darle publicidad. La Sala ha dado luz verde a que se diseñe una web que muestre ese patrimonio a los potenciales compradores, que, además de ver el catálogo, podrán pujar por lo que más les interese.

Fuentes judiciales explicaron que «se va a crear una web para enseñar todos los bienes de Roca, y la idea es que también, cuando haya que subastar sus propiedades, puedan pujar ahí; quien simplemente quiera información, también podrá encontrarla».

La Sala ya ordenó dos tasaciones por cada bien para comprobar el valor real de lo que se incautó a Roca en marzo de 2006, una amalgama inmensa de casas de lujo repartidas por España, fincas espectaculares -La Caridad o La Loma-, obras de arte, antigüedades y hasta un avión o un helicóptero, y cuadros, algunos de ellos valiosísimos. La Audiencia ha dado el ok al administrador judicial, que a su vez ha contratado a una empresa para llevar a cabo el encargo. Lo normal es que el portal esté listo antes de que acabe el año.

Roca ha saldado la responsabilidad civil del caso Saqueo 1, más de ocho millones de euros, y con lo que se le incautó tendrá que hacer frente a la del caso Malaya. Además, lleva en prisión desde el 29 de marzo de 2006, más de nueve años, y aún le queda por delante una dura travesía con varios procedimientos de corrupción (el caso Convenios, el de la desaladora de Marbella, El Pinillo o Goldfinger), y unas cuantas más que aún se instruyen en los juzgados marbellíes y que irán llegando a cuentagotas.

El Jefe suspira por su primer permiso carcelario y ello sólo puede lograrlo, entre otras cosas, tratando de reparar el daño causado, es decir, pagando las millonarias responsabilidades civiles que se le han impuesto. La idea de la Audiencia, que se coordina con el administrador judicial para analizar cada venta, es la de convertir los bienes en dinero e ingresarlo en una cuenta judicial, de forma que ese líquido irá, según ha ordenado al Supremo, al Estado o a Marbella, dependiendo del delito.

Fuentes judiciales explicaron que están a punto de cerrarse dos importantes compraventas del patrimonio de Roca: la del Hotel La Malvasía, en El Rocío, y un apartamento de lujo en Sevilla. Recientemente se tasaron las armas que poseía el exasesor, y muchos de los cuadros están en una sala de subastas madrileña con el fin de venderlos e inyectar así dinero a la cuenta judicial.

El Jefe, un hombre superado por la cárcel

Juan Antonio Roca está cansado. Lleva más de nueve años entre rejas y su horizonte penitenciario es demasiado oscuro. Además, los jueces le niegan continuamente un tercer grado al que ya tendría derecho, por lo menos antes de que saliera de forma firme la sentencia de Malaya, donde se le aumentó la pena desde los 11 hasta los 17 años de cárcel. Está pagando las responsabilidades civiles, pero cuando salga de la cárcel le quedarán pocos o ningún bien. Las malas lenguas hablan de un patrimonio oculto, pero lo que la Justicia sabe, controla y administra es que sus bienes suman en torno a 100 millones de euros. Se ha llegado a especular con la idea de que Roca pueda pactar con la Fiscalía de cara a los próximos procesos para lograr sustanciales rebajas de pena y pedir así, en cuanto le sea posible, la refundición de las condenas, cumplir el triple de la mayor (en torno a 18 años), y salir de la cárcel más pronto que tarde. Él, incluso, se ha quejado de que es el único preso del país condenado por delitos económicos que pasó cuatro años de prisión preventiva y convictos con delitos de sangre han disfrutado de la libertad.