El 20 por ciento de las mujeres atendidas en el Hospital El Ángel de Málaga por infertilidad padecen problemas corregibles en el útero, una cifra que aumenta hasta un 40 por ciento en aquellas que han tenido varios abortos. Se trata de alteraciones de fácil solución, pero, sin embargo, desconocidas para la mayoría de las pacientes, según informaron ayer fuentes del Área de Reproducción de dicho centro.

La calidad del espermatozoide y del óvulo son primordiales a la hora de obtener un embrión con capacidad de implantar y desarrollarse sano, y la calidad de éste sigue siendo un factor fundamental para el éxito.

Pero, según señaló en un comunicado el jefe de dicha sección, el doctor José Félix García España, cada día se va descubriendo hasta qué punto el papel tanto del útero como del endometrio -tejido que tapiza el útero internamente «es importante».

«La presencia de patología uterina puede afectar negativamente a la implantación de los embriones. En los últimos dos años, en nuestra unidad, hemos encontrado alteraciones en más del 20 por ciento de las pacientes en casos donde no se sospechaba alteración alguna», incidió el doctor.

Las patologías más frecuentemente tratadas son los pólipos endometriales y los miomas submucosos, que se alojan en la cavidad uterina y que alteran «la receptividad endometrial, disminuyendo las tasas de embarazo», abundó.

Al respecto, explicó que el útero septo -conocido como en forma de corazón- consiste en una malformación que divide la cavidad uterina en dos y que se asocia a un aumento en las tasas de aborto, y añadió que la existencia de adherencias intrauterinas o síndrome de Asherman «afecta a la fertilidad al alterar la anatomía normal de la cavidad». Se estima que el riesgo de desarrollar adherencias intrauterinas es de un 16 por ciento después de sufrir un legrado y de hasta un 32 por ciento después de tres o más, comentó el doctor Luis Alonso, ginecólogo y especialista en cirugía.