­La Policía Nacional ha detenido en Málaga a tres personas como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal, amenazas y coacciones. A uno de ellos se le atribuye, además, un supuesto delito de allanamiento de morada. Según informó ayer la Comisaría Provincial, los arrestados se dedicaban de forma particular a prestar dinero y en caso de impagos cobraban la deuda mediante «coacciones y amenazas de muerte». Algunos clientes eran obligados a solicitar préstamos bancarios a nombre de otras víctimas-clientes. Los investigadores constataron cómo, en una ocasión, el principal responsable de la red forzó a una de las víctimas a que alojara en su domicilio a uno de sus hombres de confianza para que la vigilara durante 24 horas diarias.

Las pesquisas comenzaron a primeros de septiembre cuando en el trascurso de una actuación policial resultó detenido un individuo al tener una reclamación judicial en vigor. Entre sus pertenencias los agentes hallaron documentación personal de otra persona. Esta documentación pertenecía a un hombre al que el arrestado le debía dinero y con el que le habían obligado a solicitar un préstamo mediante amenazas y coacciones.

Más adelante, los agentes comprobaron que existía un grupo de personas dedicadas a prestar dinero de forma particular y que en caso de impago de la deuda llegaban a amenazar y coaccionar a los clientes para asegurarse el cobro. Una vez fueron identificados los integrantes del grupo, se llevó a cabo un dispositivo policial en el que resultaron detenidas tres personas -dos hombres y una mujer- y se practicó un registro en el domicilio del principal investigado en el que fueron halladas una tarjeta de crédito con su numero de acceso propiedad de una de las víctimas así como tarjetas de memoria y documentación con información relacionada con los hechos investigados.

El grupo estaba formado por el jefe, cuya función era prestar el dinero y en caso de impago reclamar la deuda mediante amenazas y coacciones, un segundo hombre de confianza encargado de reclamar la deuda -que junto con el «jefe» obligó a una de las víctimas a alojarlo en su domicilio- y la tercera detenida, una mujer, cuya función principal era llevar las cuentas de los préstamos concedidos. Los detenidos y el atestado policial instruido han sido remitidos a la autoridad judicial competente.