La Audiencia Provincial de Málaga ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Penal número 5 por la que se condenó a cinco activistas del 15-M y de la plataforma Stop Desahucios por delitos de atentado a agentes de la autoridad y daños. En concreto, fueron sentenciados todos ellos a un año de prisión. Dos de ellos asimismo fueron castigados a pagar sendas multas de 180 euros y otros tres a abonar sanciones económicas de 2.160 euros. Los hechos ocurrieron el 15 de septiembre de 2011.

Además, los dos primeros fueron sentenciados a indemnizar a cuatro policías con 120 euros para cada uno y otros tres a hacer frente a 3.579 y 1.282 euros en concepto de indemnización a la Dirección General de la Policía por los daños causados en varios coches.

Según el apartado de hechos probados, a las nueve de la mañana del 15 de septiembre de 2011, una patrulla de la policía acudió comisionada por un Juzgado de Primera Instancia de la capital a la calle Obispo Vicente Lamadrid, en la urbanización de Las Flores, por un desahucio. En el lugar se encontraban los cinco acusados, además de otras treinta personas, «bloqueando la entrada al inmueble y exhibiendo una pancarta en la que podía leerse ‘Stop Desahucios Movimiento 15M».

Al llegar la Comisión Judicial, se decidió no ejecutar el desahucio por la concentración de personas, pero se trató de notificar una nueva fecha de desalojo a la propietaria. «El portavoz del citado movimiento se dirigió a un policía y le indicó que no pasaba nadie, momento en el que personas desconocidas empiezan a dirigir intimidaciones a los policías tales como: ‘Ya sabemos cómo actúan los matones del Estado y estamos preparados para el combate, os vamos a denunciar, ya que la mayoría de nosotros somos abogados».

Ante tal actitud y al estar bloqueada la puerta del inmueble, los policías se vieron obligados «a emplear la fuerza mínima imprescindible para que la comisión judicial pudiera cumplir su cometido, momento en el que personas no identificados lanzaron piedras, botellas y vasos, asestando patadas y arañazos a los agentes». Dos de los acusados «lanzaron piedras y botellas sobre los funcionarios de manera indiscriminada». Dos de los agentes sufrieron heridas leves.

Otros tres encausados se dirigieron a la calle Obispo Bartolomé Espejo, donde la policía había aparcado varios coches, «y, guiados por el ánimo de causar desperfectos y obstaculizar la labor policial, lanzaron piedras a los coches, tirando motocicletas al suelo».