­Salud vacunó en el distrito Málaga-Valle del Guadalhorce a un total de 168 embarazadas en el primer día de campaña contra la tos ferina. Una medida que se adelantó al lunes 30 tras la confirmación de 14.180 dosis de vacunas adicionales. La fecha inicialmente prevista era el 1 de enero de 2016, tras el cambio de criterio del Comité Asesor de Vacunas, que decidió sumarse a las otras siete comunidades autónomas que ya ponían estos inyectables a las mujeres en periodo de gestación.

El momento óptimo para la vacuna de tos ferina, en el caso de las embarazadas, es entre la semana 28 y la 32 de gestación para asegurar la protección de posibles recién nacidos prematuros y el paso de anticuerpos de la madre al feto. La jefa del Servicio de Salud Pública en Málaga, Yolanda González, señaló que en Málaga se está vacunando a las mujeres cuyo embarazo alcanza las 36 semanas. «A las mujeres que superan esa edad de gestación hay que valorarlas de manera individual, porque depende de cada caso», apuntó la experta, que señaló que para que la madre y el feto generen anticuerpos deben pasar entre dos y tres semanas antes del parto. «Por encima de la semana 36 la probabilidad de proteger al niño es baja», destacó González, que explicó que el paso de anticuerpos puede ser menor en este caso.

La franja de vacunación recoge la semana 28 por la posibilidad de partos prematuros, aunque la experta manifestó que es alrededor de la semana 34 cuando más paso trasplacentario hay de anticuerpos de la madre al feto.

Según la Consejería, poner la vacuna antes de las 28 semanas «no está recomendado», puesto que el periodo de protección que produce la vacuna «es muy corto y hay que garantizar que cubra los dos primeros meses de vida del niño, hasta que se le pueda administrar la primera dosis al cumplir los dos meses».

En lo que se refiere a efectos secundarios, desde Salud Pública advirtieron de que apenas ha habido descritos y señalaron que, en cualquier caso, para la embarazada supone un recuerdo que le hace efecto durante un año por lo que, si vuelve a quedarse embarazada, deberá volver a vacunarse. Desde la Consejería de Salud han recordado que en la actualidad esta vacuna está en situación de desabastecimiento. Igualmente, informaron de que en los últimos años se ha registrado un aumento de la incidencia de la enfermedad en Andalucía, al igual que está ocurriendo en el ámbito europeo y en EEUU, al tiempo que apuntaron a que la incidencia de la enfermedad es cíclica, de manera que tras el transcurso de unos años suele aumentar el número de casos, como está ocurriendo en este momento, marcado además por la escasez de vacunas.

Igualmente, Salud manifiesta que la decisión de adelantar la vacunación -de enero a noviembre- se produce «tras tener asegurado el suministro de dosis para todas las embarazadas que decidan vacunarse en Andalucía, al mismo tiempo que se seguirá vacunando a los menores de edad a los 2, 4, 6 y 18 meses y seis años».

Sobre por qué Andalucía ha priorizado la vacunación en las gestantes frente a la dosis de recuerdo de los seis años mientras no se asegure el abastecimiento, explica que tras analizar la situación epidemiológica realizada por el servicio de vigilancia de la Salud de la Consejería, «se ha constatado, que los casos más graves de tos ferina están apareciendo en menores de dos meses, y no en niños de más de seis años». «A partir del 1 de enero, con el número de vacunas con las que se cuenta en la actualidad, la dosis de recuerdo para los menores de seis años se retrasará hasta que la industria farmacéutica restablezca el suministro de vacunas necesarias», precisaron.

Por último, frente a los grupos anti-vacunas, la Consejería de Salud resalta la importación de la vacunación para la protección de la salud de los hijos y garantizar la protección de grupo para todos.