­Las cementeras andaluzas reclamaron ayer a las administraciones un apoyo más decidido a los proyectos de valorización energética que permiten a esta industria utilizar parte de los residuos sólidos urbanos a modo de combustible para sus hornos, y recordaron que, mientras que en Europa los porcentajes de reciclaje en este apartado alcanzan entre el 60% y el 80%, en Andalucía apenas llegan al 15%. El presidente de la Fundación Laboral Andaluza del Cemento y el Medio Ambiente (Flacema), Jorge Wagner, reclamó a la Junta de Andalucía y a los ayuntamientos implicados que faciliten a las cementeras las licencias necesarias para mejorar las tasas de valorización en la comunidad y aseguró que este opción representa «una solución viable para el tratamiento de residuos y para el mantenimiento de la industria cementera, y no un problema». En el caso de Málaga, la fábrica de Financiera y Minera es una de las plantas que presenta una mejor tasa de valorización, cercana al 30%, pero todavía muy alejada del porcentaje de países como Holanda (85%); Austria (68,5%) y Alemania (62%).

Flacema -que integra a firmas como Cementos Cosmos-Votorantim Cimentos, FYM Italcementi Group, Grupo Cementos Portland Valderrivas y Lafarge-Holcim- celebro ayer en Málaga la VIII Edición de la Jornada de la Industria Cementera Andaluza en colaboración con los sindicatos UGT y CCOO.

A la jornada también asistió el director general de Prevención y Calidad Ambiental de la Junta de Andalucía, Fernando Martínez, que hizo referencia a la pirámide de gestión de residuos que propone la Unión Europea, en la que la valorización energética se presenta como una solución más beneficiosa y segura que la utilización de vertederos. Martínez dijo que la Consejería de Medio Ambiente apoya este proceso pero recordó que la competencia es de cada municipio, que debe aprobar para ello el preceptivo informe de compatibilidad urbanísitica. En todo caso, la Junta se ofreció al sector para «formar, informar y sensibilizar a los grupos de interés» pero afirmó que los acuerdos deberían adoptarse en el marco de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). Las cementeras defienden que la valorización energética redunda en unas menores emisiones de gases con efecto invernadero y un ahorro de combustibles fósiles. No obstante, colectivos ecologistas y algunas formaciones políticas se oponen en municipios con cementeras como Alcalá de Guadaira (Sevilla) o Córdoba, al considerar que la incineración de residuos también es muy contaminante.