«Es la primera asociación de este tipo en Málaga. Es nuestro folclore típico, el de Ucrania, con nuestros símbolos, con el patriotismo que tenemos, con el dolor de nuestra tierra herida que llevamos por dentro. Cuando cantamos enseñamos a la gente cómo somos», resume Nataliya Ionitsoy, secretaria de la nueva Asociación de la Cultura y Arte Ucraniana Chervona ruta, registrada el pasado mes de septiembre en Málaga.

Nataliya es uno de los 14.000 ucranianos empadronados que viven en la provincia de Málaga (8.300 en la capital). Licenciada en Filología Francesa en su país, hace 14 años viajó a Málaga para trabajar como empleada de hogar para poder pagar los estudios en Ucrania de sus dos hijas, hoy licenciadas en Psicología y Derecho, respectivamente.

A su lado está Volodymyr Galunka, policía de seguridad durante casi 14 años en Ucrania, que vino a Málaga para reunirse con la familia. «He hecho de todo: fontanería, electricidad, arreglo de muebles, reformas generales...», resume.

Volodymyr es además técnico de sonido -la música es una de sus pasiones- de la nueva asociación, una forma de que la comunidad ucraniana en Málaga no olvide sus raíces y de paso para dar a conocer su riquísimo folclore. Y todo ello, no hay que olvidarlo, con la invasión de parte de Ucrania por la Rusia de Putin como telón de fondo, una tragedia que viven muy de cerca y que les hace reivindicar, aún más, su país aunque estén a miles de kilómetros: «No tenemos nada contra el pueblo ruso, somos un país muy unido y no importa de qué nacionalidad seas. En Ucrania vive un 18 por ciento de rusos. A quien no podemos entender es a los compatriotas que venden nuestra tierra», cuenta Nataliya Ionitsoy.

Las leyendas de la flor. El nombre del colectivo cultural, Chervona ruta, hace referencia a dos leyendas sobre una flor ucraniana con poderes especiales (cambia de color la noche de San Juan o aparece tras el deshielo, con pétalos rojos y es especial para los enamorados). También es un símbolo musical de Ucrania. El pasado lunes, la música y el baile de Chervona ruta pudo verse en el escenario del centro cultural Ollerías, cerca de hora y media de actuaciones con trajes tradicionales, muchos de ellos bordados, 19 números y una sala llena de público ucranio y español.

«Actuaron personas de todas las edades, desde los 6 años a los 64», cuenta la secretaria, que explica que muchos de los niños han nacido en Málaga pero continúan con la cultura de la que proceden. «Los niños crecen con dos idiomas, ya son bilingües»,cuenta.

Los ensayos los realizan cuando pueden y a veces cada uno en su casa, por la dificultad de reunirse, aunque quieren agradecer la amabilidad de la asociación de vecinos Conejito que le ha cedido la sede». También quieren dar las gracias a Salvador Jiménez de Zegrí por su apoyo, al igual que a las asociaciones Sínesis, y Maidan Málaga, de la que Nataliya y Volodymyr son miembros y es un cauce para enviar ayuda a su país desde que tuvo lugar la invasión rusa.

El próximo 3 de enero Chervona ruta celebrará una fiesta de Navidad en la que se cantarán villancicos típicos de Ucrania y ya prepara obras de teatro en el lengua ucraniana -diferente de la rusa- con actores profesionales.

Integrados en Málaga desde hace años, los ucranianos no se olvidan de su querido país.