El amplio espacio disponible en el entorno de la Catedral de Málaga, tras la peatonalización de Postigo de los Abades y Molina Lario, se quiere proteger de la invasión de las terrazas de locales hosteleros, como ocurre en otras zonas del Centro. El Plan Director redactado por la Gerencia de Urbanismo limita la instalación de mesas y sillas, que sólo se autorizarán con una única fila pegada a la fachada de los edificios.

El concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, subrayó que el plan director se ha realizado con una amplia consulta a vecinos, comerciantes y hosteleros, buscando siempre «un equilibrio, porque no hemos trasladado de estas calles los taxis, coches de caballo y autobuses turísticos para llenarlas de mesas y sillas».

La opción elegida por Urbanismo dibuja una línea de sillas y mesas en las principales calles sobre las que se ha actuado. Así, la unión de la calle Cañón con Postigo de los Abades, esta vía y Molina Lario contemplan una única fila de mesas y sillas, siempre buscando que estén pegadas a la fachada y no entorpezcan el paso de los peatones y el escaso tráfico permitido.

Incluso se ha prohibido poner terraza en algún punto que, por normativa, no cumplía con las medidas de seguridad. Eso ha ocurrido en la esquina de Postigo de los Abades donde está el restaurante El Refectorium y que es el acceso al aparcamiento situado al lado.

«Antes no había nada y ahora permitimos esa fila, que no es todo lo que querían los hosteleros», explica el concejal de Ordenación del Territorio, quien reitera que «no nos hemos gastado más de tres millones de euros en reformar unas calles para llenarlas de mesas y silla».

Esta solución adelanta incluso el planteamiento que se está incorporando a la revisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Centro. Pomares apuntó que esta normativa urbanística incorporará un análisis calle a calle para ordenar las terrazas «porque no todas son iguales, porque cada una tiene un tránsito y una realidad distinta».

Para ello se está consultando con vecinos y empresarios, con idea de encontrar un equilibrio en los usos que complementen a la ordenanza general de ocupación de la vía pública.

No obstante, el Ayuntamiento de Málaga tiene pendiente sacar una reforma de la ordenanza de vía pública que simplifique la actual normativa y establezca un mínimo de protección para el peatón, organizando las calles a partir de los dos metros mínimo de paso para el viandante y no como hasta ahora.

El equipo de gobierno tiene ya un borrador de la nueva ordenanza, que espera terminar de consensuar y llevar para su tramitación a lo largo de este año.

Control. Mientras se reordena el Centro con la reforma del PEPRI -que tardará uno o dos años en aplicarse- y se cierra la nueva ordenanza, el área de Vía Pública tiene previsto reforzar el control de las terrazas en estas calles y en Teatinos, ya que son las zonas de la ciudad donde se acumulan más problemas por exceso de ocupación.

El Ayuntamiento, de hecho, realizó dos importantes batidas de retirada de sillas y mesas de locales infractores en el último trimestre del año, poniendo el acento en los establecimientos reincidentes en instalar terrazas mayores que las autorizadas.

La idea de Vía Pública es continuar con estas campañas de forma rutinaria y reducir el incumplimiento de la ordenanza, incluso planteándose la rescisión de las autorizaciones de instalación de terrazas para aquellos establecimientos muy reincidentes.