­Alrededor de 150 padres de alumnos, según fuentes del Ampa, se dieron cita ayer a la salida de clase, a las 2 de la tarde en el colegio José Calderón de Campanillas para exigir a la Junta la retirada de los 2.400 metros cuadrados de tejados de amianto, repartidos en varios pabellones, un material prohibido por cancerígeno. El José Calderón cuenta con 457 alumnos.

«El colegio se construyó en 1973, tiene 43 años, las cubiertas son de fibrocemento y hay muchas zonas en las que están muy deterioradas», explicó ayer a La Opinión el presidente del Ampa, Francisco Jara, que tiene a dos hijos en este centro.

El presidente recalcó el mal estado de los tejados y de los bajantes, mientras que Montse Robledo, vicetesorera de la asociación, también con dos hijos en el colegio, se refirió a varias goteras en diferentes puntos del centro, así como «boquetes de 20 centímetros» en el aula matinal. «Hay varias enfermedades que se sabe que derivan de haber estado expuestos al amianto, el material lo abren y al abrirlo se ven unas fibras que cuando respiras se te meten en el pulmón y ya no salen», destacó.

Por su parte, Francisco Jara precisó que «el tejado está en mal estado, se ve a simple vista por ejemplo en el gimnasio, donde hay algunas zonas en las que aparte de filtraciones, grietas y rajas hay goteras que pueden arrastrar todo tipo de fibras y sustancias».

El presidente del Ampa también recordó que las primeras quejas partieron de la propia dirección del centro en 2008 y que en 2013 todos los grupos del Ayuntamiento apoyaron una moción para pedir la sustitución de los tejados.

Precisamente horas antes de la concentración, una representación del Ampa mantuvo una reunión en la Delegación de Educación con técnicos de la Junta y los responsables de las últimas mediciones realizadas en el colegio.

Mari Ángeles Guzmán, secretaria del Ampa, que asistió a la reunión, explicó que las mediciones realizadas «no superan el 0,01 de fibra por centímetro cúbico», pero también precisó que no hay una cifra que indique cuándo deja de ser riesgo y cuándo no. «Cualquier fibra que haya ya es un riesgo» y a título personal argumentó: «Si ya hay un 0,01 de fibra y no me das fecha para cambiar las cubiertas, ¿a qué vas a esperar, a sacar a los niños del colegio? porque esto se va a seguir deteriorando».

Respuesta de la delegada. Patricia Alba, delegada de Educación, declaró ayer a este diario que el informe realizado por una empresa especializada en fibrocemento concluye que «no existe ningún riesgo de que haya partículas en el aire que puedan ser nocivas, todo está correcto». La delegada recordó no obstante el compromiso de la Delegación de «en un futuro, hacer obras en el centro y quitar el techo».