­La Universidad de Málaga ha implantado una Cátedra de Turismo de Golf para estudiar el futuro del negocio en la Costa del Sol y analizar las oportunidades que brinda este sector.

Esta cátedra nace del convenio firmado entre la universidad y la Federación Andaluza de Golf (RFGA), para apoyar las perspectivas de futuro del turismo de golf que genera «riqueza, empleo y bienestar», según incidió ayer la Universidad de Málaga en un comunicado.

La Facultad de Turismo será la encargada de acoger este proyecto, por el que se organizarán jornadas, congresos y actividades académicas, al igual que estudios, proyectos de investigación y prácticas para estudiantes para desarrollar técnicas de innovación educativa relacionadas con el golf.

El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, señaló que esta cátedra supone «una herramienta de transformación» para trabajar conjuntamente, «con el objetivo de fortalecer el sector del golf y generar riqueza y empleo que repercutan en la sociedad».

Por su parte, el presidente de la Federación Andaluza de Golf, Ángel de la Riva, subrayó que la Universidad de Málaga es la primera en implantar este tipo de cátedra, nacida para convertirse, en su opinión, «una pieza fundamental para conseguir el prestigio en el sector del golf, a través de la investigación y la puesta en común».

Esta cátedra contará con una aportación anual de 6.000 euros para actividades de formación e investigación, donde trabajarán miembros de la Facultad de Turismo y representantes de la Federación Andaluza de Golf para llevar a cabo las actividades.

Con más de setenta campos operativos, la Costa del Sol es el gran referente de la disciplina en el país. De hecho, uno de los retos de la industria turística es sacar aún más rendimiento de la infraestructura, que supone una magnífica oportunidad para conquistar mercados no necesariamente dependientes de la oferta de playas. En los últimos años, el golf se ha convertido en uno de los reclamos de mayor potencial en la provincia. Sobre todo, para atraer a turistas entre los que se reconoce, por su régimen de preferencias, un gran potencial a la hora de romper con la vinculación exclusiva hacia el verano y extender la demanda al resto del curso. Entre los mercados con mayor capacidad de crecimiento figuran, en este sentido, Estados Unidos, Gran Bretaña y los países nórdicos.