­Dificultad respiratoria, pitos en el pecho y tos, o infecciones respiratorias, son los síntomas con los que conviven a diario más de cincuenta mil niños en la provincia, aunque la mitad de ellos lo desconocen. Una cifra que, según Neumosur, sociedad científica que aglutina a neumólogos y cirujanos torácicos, asciende a más de cien mil si se contabilizan, también, los casos en adultos.

Caracterizada por una inflamación de las vías respiratorias, es la enfermedad crónica más frecuente en menores. Un diagnóstico correcto y precoz y, sobre todo, que el paciente siga adecuadamente el tratamiento médico, es fundamental para que los afectados puedan desarrollar su vida con total normalidad. Por lo que mantener la dolencia bajo control es imprescindible para disminuir el riesgo de sufrir crisis agudas, lo que afecta directamente a su calidad de vida.

La mayor prevalencia de esta patología, cerca de un 10% de la población mundial lo padece, puede estar motivada por tres factores principalmente. Luis Manuel Entrenas, neumólogo y coordinador del Grupo de Asma de Neumosur, explica que, en primer lugar, influye en gran medida el estilo de vida occidental (uso abusivo de antibióticos, poco contacto con el medio ambiente frente al predominio de las urbes…). El tabaquismo pasivo, los niños sometidos a esa exposición en sus hogares tienen una mayor probabilidad de desarrollar asma; y, después, la contaminación, en concreto la producida por los residuos de combustión de los motores diésel. Pero, sin duda alguna, «el mayor riesgo es que la madre sea asmática, el padre influye algo menos», añade el doctor.

Riesgos

Aunque se desconoce la causa exacta, los investigadores creen que ciertos factores genéticos y ambientales intervienen en su aparición, al menos durante la infancia. Es precisamente entre los niños donde el asma guarda una relación estrecha con la alergia. El 80% de aquellos que lo sufren, también padecen algún tipo de alergia. Entrenas afirma que «la alergia pone en marcha al asma». Con ello, el especialista hace referencia a la doble incidencia que la alergia tiene sobre el asma, por un lado, influye en su aparición, y por otro, contribuye al desencadenamiento de los síntomas. En la edad adulta, por el contrario, el porcentaje de personas asmáticas con origen alérgico disminuye hasta el cincuenta.

Como en toda patología, la prevención es fundamental. El sedentarismo y la menor exposición al aire libre son, según el 23º Congreso Mundial del Asma, que se celebró recientemente en Madrid, los principales motivos de la creciente incidencia. Por ello, los expertos aconsejan retomar hábitos saludables como comer sano, hacer ejercicio y ser disciplinados con la limpieza y la ventilación de los espacios con el fin de reducir el número de alérgenos, que en Málaga, al ser una ciudad costera, son fundamentalmente ácaros del polvo. Mientras que, en zonas del interior por ejemplo, predominan los pólenes. «Es como cuando te pica una avispa, los bronquios se enrojecen e inflaman, cerrándose», asegura el neumólogo.

Es por ello que seguir de manera persistente un tratamiento a base de inhaladores inocuos, generalmente corticoides y broncodilatadores, es imprescindible. Además, puede ser una buena opción, en aquellos casos cuyo origen sea la alergia a mascotas (por los epitelios de animales como perro, gato, caballo o roedores), buscar tratamientos alternativos que mantengan al paciente estable.

La celebración el pasado martes del Día Mundial del Asma hizo que Nemosur advirtiese de la necesidad de revertir los elevados datos de prevalencia, así como reducir el número de infradiagnósticos. Su apuesta pasa por una mayor colaboración entre especialistas y atención primaria, aprovechando que la mayoría de los centros andaluces disponen de las herramientas necesarias para su diagnóstico. Algo que apoyan en los resultados de un modelo implantado en Finlandia en el que se demostró la importancia de la coordinación entre ambos.

@aidagar