­El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reclamaba una respuesta técnica a su proyecto del metrobús. Ayer la tuvo, aunque no por escrito. La Agencia de la Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA) y la concesionaria de Metro de Málaga quisieron mostrar gráficamente el grado de desarrollo de esta propuesta, resumida en seis folios y dos grupos de planos. A su lado pusieron los cuatro cajones del proyecto constructivo del tranvía.

Dudas legales. El director general de Metro de Málaga, Fernando Lozano, dejó claro que la concesión no permite compartir la gestión del sistema de transporte, por lo que eso invalidaría que la EMT asumiera el ramal del metrobús hasta el Hospital Civil. También recuerda que el modelo municipal, con dos gestiones, no asegura la fiabilidad del modelo de transporte. Además, las condiciones del contrato establecen que sea un sistema de transporte ferroviario.

Modelo no aconsejable. El director de Explotación y Servicios de la AOPJA, Rafael Candau, defendió la idoneidad del sistema BRT, al que se adhiere el metrobús, para el trazado al PTA, pero no para recorridos intermedios y urbanos como el ramal al Civil. Además, criticó que obligue a realizar un transbordo más, que tiene un efecto disuasorio para los viajeros.

Datos no justificados. Candau subraya que el coste de 5 millones de euros para la construcción de la plataforma reservada no está justificado técnicamente y puso en duda que el importe final de la obra se sitúe en esa cifra. De hecho, también criticó los números de explotación por ser irreales, ya que el Ayuntamiento contempla una plantilla de conductores inferior a la necesaria y con un coste por kilómetros muy por debajo de la media de la EMT, que es el modelo que se aplicaría.

Afección similar. El director de la oficina del Metro, Miguel Ángel García Cañizares, apuntó que la plataforma soterrada del metrobús tiene la misma ocupación que la del tranvía. No obstante, destacó que la propuesta municipal incluso reduce más aparcamientos en la calle Hilera y no prevé alternativas. García Cañizares lamentó la falta de solvencia técnica de la propuesta municipal, ya que el enlace soterrado con el metro «no prevé cómo darán la vuelta los autobuses». Los planos del Ayuntamiento sólo prevén la rampa de bajada, pero no el giro. «Aseguraron que se comprarían autobuses bicabina, que no existen», comentó, al tiempo que apuntó que plantear una rotonda subterránea bajo Armengual de la Mota disparará los costes.