La Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Málaga mantienen el pulso sobre el proyecto del tranvía al Hospital Civil. Una vez que el alcalde, Francisco de la Torre, ya se ha decantado abiertamente en contra del proyecto que asumió en noviembre de 2013, la batalla se dirime en dos campos: el político y el técnico. El primero de ellos ha pasado a un segundo plano en favor de los informes técnicos, que alimenten de argumentos las posiciones.

El Ayuntamiento de Málaga sigue intentando desautorizar el proyecto del metro y ha vuelto a emitir un segundo informe contra el estudio de movilidad. Vuelve a ahondar en sus críticas a la falta de datos y de análisis de los distintos impactos que consideran que puede darse en el trazado del tranvía -Santa Elena, Eugenio Gross y Blas de Lezo- y en los itinerarios alternativos.

El escrito municipal es respuesta al informe de la Consejería de Fomento que se emitió para rebatir los primeros argumentos en contra del tranvía. La idea básica que quiere transmitir en sus trece páginas es que no está suficientemente argumentada la propuesta de construcción del metro en superficie. El informe realizado por el Área de Movilidad carga las tintas contra la documentación aportada y la argumentación técnica de cada opción elegida. Así, considera que la documentación «resulta muy deficiente e incompleta» mostrando «carencias inadmisibles» y que «plantea un escenario futuro con unos niveles de servicio inaceptables».

A partir de ahí centra sus críticas en aspectos claves del proyecto y otros que no tienen tanto impacto. De hecho, se exige que se estudie ya el trazado de una hipotética ampliación hacia el Norte, por lo que pide que se defina si el recorrido es por las avenidas Simón Bolivar o Arroyo de los Ángeles. Esta exigencia hace entrever que el Ayuntamiento baraja la posibilidad de que finalmente se haga el tranvía.

Otro de los grandes problemas que aprecia el informe es que no se han hecho estudios de todas las intersecciones de la zona de estudio, argumentando que la Consejería de Fomento ha presentado 16 de los 31 cruces existentes, reclamando el resto. Además, preocupa el posible impacto de los aparcamientos disuasorios para compensar la eliminación de otros en el trazado del tranvía. De hecho, consideran que las soluciones propuestas podrían reducir la capacidad viaria de algunas calles.

El informe municipal reitera la necesidad de «actualizar» el estudio de demanda existente para justificar la construcción del ramal del metro hasta el Hospital Civil y que fue realizado en noviembre de 2013. El área de Movilidad advierte de que para «realizar una toma de decisiones bien fundamentada» considera que «se debe aportar la ordenación y regularización definitiva -infraestructura semafórica, señalización vertical, horizontal, informativa, etcétera-, de las barriadas afectadas», aunque la Consejería de Fomento estima que eso lo debe realizar la empresa adjudicataria de las obras, que se encargaría de los trabajos concretos para hacer los desvíos del tráfico.

El Ayuntamiento insiste en que se aporte una justificación técnica de los desvíos de tráfico durante las obras, con una simulación. Este estudio se sumaría a lo ya realizado sobre la implantación del tranvía y aumentaría la carga de trabajo sobre otros estudios de movilidad exigidos en tramos ya construidos del metro.