El Colegio San Estanislao es de los pocos espacios en Málaga en los que puede decirse que se juega al fútbol de forma ininterrumpida, al menos desde hace un siglo. El 19 de febrero de 1916, con la asistencia de la banda de música del Regimiento de Infantería Borbón, se inauguró un campo de fútbol con un partido entre alumnos de la primera división, los de mayor edad, contra los de la segunda (los alumnos se dividían por edades en cuatro divisiones).

En 1941 el colegio afrontó una amplia remodelación que incluyó la ampliación de sus instalaciones. Dirigió las obras el joven arquitecto Fernando Guerrero-Strachan Rosado, de 34 años -hijo del famoso arquitecto y alcalde de Málaga- quien unos años antes diseñó los Jardines de Puerta Oscura y los de Pedro Luis Alonso.

Guerrero-Strachan Rosado fallecería en julio de ese año pero dejó encarrilada la ampliación, que incluyó un campo de fútbol para los alumnos más mayores, el campo de la Primera, en los terrenos de las antiguas huertas colegiales.

75 años después, el que sigue siendo conocido como campo de la Primera va a cambiar su aspecto por completo. Ayer lunes dieron comienzo las obras para transformarlo en un campo de césped artificial, unas obras que costeará por completo el colegio.

«El césped tiene que estar puesto para jugar antes del 10 de septiembre, que es cuando entran los niños», informaba ayer Alberto Rodríguez, director del colegio, que destacó que el campo estaba muy deteriorado y la obra «teníamos que hacerla ya». Sin embargo, puntualizó que una cosa es el deterioro y otra el resultado final, el césped artificial. «Podíamos haber rehabilitado el campo y dejarlo con albero, pero hemos decidido que sea de césped artificial porque consideramos que es más económico, más limpio, más sostenible con el Medio Ambiente y además porque es una demanda de la sociedad».

Las obras no se limitarán a colocar el césped, sino que incluirán movimientos de tierra, drenajes, la colocación de una capa de asfalto, otra de aislante y finalmente, el césped y el mobiliario: una valla alrededor del campo, cableado para el cambio futuro de las torres de luz y una grada nueva.

«Estamos muy contentos, no sólo por el campo de la Primera, sino porque la obra está enmarcada en un proyecto de rehabilitación de todos los espacios exteriores al edificio histórico, es una visión de futuro del colegio y esta es la primera fase», subrayó.

Como curiosidad, las obras se asegurarán de que han sido rellenadas todas las galerías construidas bajo el campo de la Primera y que durante la posguerra sirvieron de almacenamiento clandestino de alimentos para los alumnos, pues en el colegio funcionó hasta mediados de los años 70 un internado.

«Las galerías se fueron rellenando con los años, conforme iban entrando camiones para echar el albero y se veía que el camión metía una rueda, se hundía. Se estudiará el campo para que no haya problemas», cuenta el director, que recuerda que este campo reglamentario, nacido hace 75 años, tuvo fama durante mucho tiempo de ser el que en mejores condiciones se encontraba para jugar al fútbol en Málaga. Ahora, el viejo terreno dará la bienvenida al césped artificial.