­La Inspección Pesquera en las costas de Málaga sumó durante los siete primeros meses de este año 9.332 kilos de productos procedentes del mar, una cifra que se aproxima a los cerca de 12.000 kilos que acumuló a lo largo de todo el año pasado. Según los datos que maneja la Junta de Andalucía, prácticamente la mitad del total intervenido, con 4.528 kilos, fue chirla, mientras que el atún rojo se sitúa como la segunda especie con más presencia con casi 1.700 kilos de pescado intervenido. La concha fina, por su parte, representa algo más del 7% del total con 661 kilos.

Algo menos de esta cantidad representó el boquerón, que alcanzó los 605 kilos interceptados durante este periodo, de los que 533 presentaban una talla antirreglamentaria, mientras que la mayor parte de los 302 kilos de jurel interceptados carecían de etiquetado.

En todo caso, los 9.332 kilos de productos acumulados en siete meses sugieren que 2016 podría finalizar como uno de los años más activos de la última década para la Inspección Pesquera. No obstante, esta cantidad, además de acercarse a los 11.840 alcanzados el año pasado, a los 10.333 de 2011 y los 9.950 de 2008, supera a los registros de 2014 (7.771 kilos), 2013 (1.842), 2012 (6.083), 2010 (7.927), y 2009 (2.824).

Los ejercicios con mayor cantidad de pescado ilegal fueron 2006 y 2007 con 23.907 y 15.230 kilos, respectivamente, según el balance oficial al que ha tenido acceso este periódico.

La provincia cerró el primer semestre con 8.728 kilos de productos pesqueros incautados, una cifra que, además, representa el 18,33% de los 47.593 kilos intervenidos en toda la región, cifra que también ha pulverizado los 40.023 kilos que sumó durante todo el 2015.

El 63% de los productos pesqueros incautados a lo largo de este año en Andalucía, un total de 30.019 kilogramos, se han destinado a la alimentación de personas desfavorecidas a través de entidades benéficas o de carácter social, tales como bancos de alimentos, como ocurre en Málaga, siempre que pasen los controles necesarios para garantizar el cumplimiento de los requisitos sanitarios.