La empresa japonesa Fujitsu ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en la fábrica de Málaga que afecta a toda la plantilla aunque tanto la dirección de la empresa como la representación de los propios trabajadores esperan que la medida no tenga que llegar a aplicarse o que, en caso de hacerlo, su afección sea mínima. El ERTE ha sido presentado debido a los problemas de suministro de componentes que sufre la factoría malagueña a raíz de la quiebra reciente de la naviera coreana Hanjin, que es la que le surte de materiales procedentes de Japón y la zona asiática.

El presidente del comité de empresa de Fujitsu y secretario general del sindicato de Industria de CCOO de Málaga, José Lozano, explicó ayer que el expediente se ha planteado con «carácter general», de forma preventiva y en diálogo con los propios representantes de los trabajadores, ya que la situación de la naviera coreana «puede afectar a unas líneas de producción y a otras no, dependiendo de los materiales que se queden en el camino». De momento, Fujitsu ya ha podido desembarcar el material del barco de Hanjin que permanecía en Algeciras y ha comenzado también a fletar aviones para proveer de forma alternativa a la fábrica malagueña. De esta forma, ya hay suministros en la fábrica o en camino que parecen asegurar la actividad para toda la próxima semana, según informaron tanto Lozano como fuentes de la propia dirección. El ERTE presentado ante la autoridad laboral tiene como fecha límite el próximo 7 de noviembre. Fujitsu también ha contratado ya los servicios de otra naviera, aunque los pedidos desde Asia pueden tardar entre 30 y 40 días en llegar a Málaga.

Lozano recordó que el ERTE de Fujitsu afecta a 380 trabajadores en plantilla, de los que unos 310 son fijos. En la fábrica de Málaga trabajan además alrededor de otras 120 personas más, aunque en este caso no son de plantilla sino procedentes de ETT. «Se están haciendo todos los esfuerzos necesarios para que la incidencia de este ERTE sea la menor. Si hay alguna va a ser mínima», apuntó Lozano.

La fábrica de Fujitsu en Málaga, con 159 millones de euros en facturación a lo largo del pasado ejercicio, concentra el 85% de actividad en el segmento de componentes electrónicos de automoción, con Toyota como principal cliente. El otro 15% de las ventas de la factoría malagueña corresponde a la línea de fabricación de cajeros automáticos.