La promoción inmobiliaria sigue confirmado en este 2016 la senda de repunte iniciada el pasado ejercicio, aunque el sector advierte de que los datos no reflejan aún una tendencia clara de recuperación sino más bien un «crecimiento frágil» que en cualquier momento «podría detenerse» ante el actual escenario de incertidumbre política, que está afectando a la confianza y ralentizando muchas decisiones de inversión. Así lo piensa al menos el Colegio de Arquitectos de Málaga, que ayer ofreció los datos del número de proyectos visados hasta septiembre para nueva edificación residencial. Los tres primeros trimestres del año se han saldado con un total de 2.057 viviendas visadas y un crecimiento del 14,4% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior, un porcentaje sin duda valioso pero quizá más bajo del esperado a la vista del ritmo que venía mostrando el sector hace unos meses. A mitad de año, por ejemplo, la subida acumulada era del 40% pero el tercer trimestre de este 2016, pese a mostrar un buen dato (834 visados), ha sido algo inferior al de 2015 (922), lo que ha atemperado el ascenso.

«No terminamos de despegar. Estas cifras manifiestan una gran fragilidad del crecimiento. Todavía es débil y está poco consolidado. El año 2015 acabó bastante bien en cuanto a visado de vivendas, con un gran crecimiento, aunque es cierto que veníamos de cifras muy bajas. Ahora en este 2016 la subida se está atenuando. Es importante que acabe la actual incertidumbre política, por lo que pueda estar afectando a las inversiones. Nuestro sector se mueve mucho por sensaciones y no es bueno que no se sepa todavía quién va tomar las decisiones y cuál es la política que se va a marcar», afirmó el decano del Colegio de Arquitectos, Francisco Sarabia.

Es cierto que Málaga parecer haber superado ya los años más duros de la crisis (para encontrar una cifra más alta de visados a estas alturas del año hay que retroceder a 2009, cuando se registraban cerca de 2.400), pero es que durante la recesión la actividad llegó a caer a niveles ínfimos. El 2014 marcó un suelo histórico de 798 visados en todo el ejercicio y el 2015 trajo ya un sensible repunte hasta los 2.454. «Este 2016 cerrará, si se mantiene la progresión, en torno a los 3.000. Pero necesitamos crecimientos mayores en una provincia como la nuestra. El 2016 nos va a permitir salir de la UCI, pero el enfermo no está todavía fuera de peligro», apuntó Sarabia. Antes de la crisis, Málaga llegó a visar 45.000 viviendas en 2006 y 27.000 en 2007, cifras que quedan ahora a una distancia abismal.

Volviendo a los datos de este 2016, el número de viviendas visadas de enero a septiembre se ha concentrado por municipios, principalmente en Málaga capital (498), seguido de Estepona (343), Mijas (272), Marbella (128), Benahavís (113), Rincón de la Victoria (106) y Torremolinos (102). En el caso de Marbella, Sarabia reconoció que las cifras son inferiores a las del pasado año (llevaba por entonces 444), algo que a su juicio podría obedecer a los efectos de la anulación del PGOU de Marbella por parte del Tribunal Supremo el pasado otoño. «Sé que hay voluntad política por resolver el tema pero evidentemente, la anulación no ha sido buena para la actividad», dijo.

El decano destacó que las cifras constatan que es toda la franja litoral, con la capital a la cabeza, la que más tira de la reactivación, mientras que el interior está todavía muy parado.

Los arquitectos afirman que falta tiempo para poder hablar de una fase de normalización en el mercado inmobiliario. De hecho, la otra estadística facilitada ayer por el Colegio -la de viviendas acabadas- sigue a la baja debido a los pocos proyectos que se han venido planteando en los últimos ejercicios. En lo que llevamos de 2016 se han terminado 764 inmuebles, con un descenso del 15,3%. La estadística de viviendas terminadas viene de marcar mínimos históricos en 2015, con sólo 1.134 en todo el año. El sector afirma que es el número de viviendas terminadas es el que marca la demanda real del mercado, mientras que las visadas indican sólo la intención de los promotores de volver a construir. Y para Sarabia, la cifra de viviendas terminadas no volverá a subir al menos hasta 2017 o, más posiblemente, hasta 2018.