El Ayuntamiento de Málaga ha actualizado el perfil de los jóvenes malagueños con un estudio, realizado con la colaboración de la Asociación Cívica para la Prevención y el Observatorio Malagueño de Adicciones, que sitúa en 15,6 años la edad media de inicio en el consumo de alcohol. En el caso del tabaco la edad media es de 15,9 años.

El público objetivo han sido 1.024 jóvenes que quisieron responder directamente a pie de calle en el centro de Málaga y en el horario habitual de ocio nocturno, los viernes y sábados.

En lo que se refiere al alcohol, el número de jóvenes que reconoció que nunca se ha emborrachado asciende tan sólo al 6,5 por ciento de los consultados, es decir, 67 de los 1.024 participantes. Del resto, 284 respondieron que su última borrachera fue ese mismo fin de semana, 180 que fue la semana anterior y 100, hace dos semanas. El 54,2 por ciento de los jóvenes consultados (555) consume alcohol los fines de semana y el 6,6 por ciento lo hace de forma diaria.

En el estudio se ha detectado un alto porcentaje de menores de edad que son consumidores sobre todo los fines de semana --casi la mitad de los menores que han respondido lo hacen-- y un 1,8 por ciento dijo que toma a diario, siendo más habitual entre los chicos que entre las chicas.

Respecto al tabaco, el 54,5 por ciento de los encuestados nunca ha fumado, mientras que el porcentaje de fumadores habituales asciende al 24,7 por ciento, teniendo la mayoría de ellos más de 18 años.

La edad de inicio de consumo de cannabis es ligeramente superior a la del alcohol y el tabaco, los 16,5 años. El 69,5 por ciento de los jóvenes consultados nunca lo ha consumido, y el 30,5 por ciento lo ha hecho al menos una vez.

Los encuestadores plantearon un supuesto para tener una pequeña noción sobre la presencia de actitudes sexistas entre los jóvenes. Así, a la pregunta de si vas a ir a un cumpleaños y tu pareja dice que no tiene ganas de acompañarte, sólo el 56,7 por ciento respondió que lo entendería. Un 34 por ciento dijo que le molestaría un poco y un 6,7 por ciento, "que le montaría un pollo"; mientras que un 1,8 por ciento no respondió.

Sobre el uso de preservativo en las relaciones sexuales, el 10,3 por ciento de los encuestados --la mayoría de ellos, chicos-- aseguró no emplearlo nunca y el 51,9 por ciento que lo hace de forma habitual, la mayoría, chicas.

El estudio también alude a los hábitos de los jóvenes, que suelen desplazarse a los lugares de ocio sobre todo a pie --37,4 por ciento-- y en autobús o metro --31,7 por ciento--.

Las conclusiones de este estudio servirán para la planificación de las estrategias de prevención que desarrollan las administraciones en materia de dependencias y hábitos saludables y, además, permitirán actualizar también las diferentes campañas de concienciación que se están desarrollando con este colectivo como destinatario, y así mejorar su eficacia, según ha indicado en rueda de prensa la concejala de Juventud, Elisa Pérez de Siles.

Así, ha sostenido que estos datos "deben llevar a la reflexión", fundamentalmente si se tiene en cuenta que el 65,7 por ciento de los encuestados menores de 19 años reconoció que ha participado en algún programa preventivo sobre drogas, alcohol o tabaco en su centro educativo.

Estos datos "nos cuestionan y nos obligan a una intervención mucho más directa", ha explicado la concejala, quien ha añadido que el objetivo de las entidades que trabajan en este campo debe ser doble: "anticiparse a todas las posibles dudas o intereses que susciten el uso de drogas con un fin recreativo y, por otro, desarrollar una prevención más centralizada en aquellos ambientes donde es muy probable que se pueda dar el consumo".

"Si la información es crucial, y al parecer existe información, qué está ocurriendo", se ha preguntado Pérez de Siles. A su juicio, para adaptar las iniciativas de concienciación al nuevo perfil del joven es necesario "aunar todos los esfuerzos en una misma línea, promoviendo el desarrollo integral de las personas, familias y comunidades e intervenir de manera más directa".

En su opinión, sólo con la intención no es suficiente, teniendo además en cuenta la realidad de cada ciudad e incluso por barrios, que "hace necesario una especificidad mucho mayor". Para Pérez de Siles, el nuevo perfil sugiere que hay que "llegar a los jóvenes de otra manera, profundizando en elementos más directos relacionados con el tipo de ocio alternativo que tienen o quieren y den respuesta a sus inquietudes".