La Fuente de Génova, que preside la plaza de la Constitución, ya se encuentra sin los andamios que la cubrían para la reparación de la taza superior que fue destrozada por un grupo de vándalos el pasado 27 de junio y tras ser apedreada.

Los trabajos, que han durado alrededor de cuatro meses, han permitido pegar con masilla los cinco trozos de mármol en los que se rompió la pieza para que, a simple vista, no se note la rotura.

Ese ataque, que se realizó con una gran piedra, no era la primera vez que la Fuente de Génova, también llamada de Carlos V, sufría un acto vandálico. Hace años, el Ayuntamiento tuvo que utilizar una grúa para retirar una bufanda del Real Madrid, después de que un gamberro trepara por la fuente con serio riesgo para su vida y colgara la bufanda en el águila que remata la obra.

La Fuente de Génova, de estilo renacentista, fue instalada originalmente en la plaza mayor de Málaga, la actual plaza de la Constitución en 1551, y en 1635 se le añadió un cuerpo intermedio con tres figuras, obra de José Micael Alfaro. Con el paso de los siglos tuvo varios emplazamientos: pasó al final de la Alameda para enseñorear este nuevo espacio de la ciudad y en 1926, con la llegada inminente del tráfico, al Parque, hasta que en 2002 regresó a la peatonalizada plaza de la Constitución. El nombre se debe a que, según la leyenda, procedia de Génova pero fue raptada por el pirata Barbarroja y luego rescatada.