La Sección de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía Provincial de Málaga solicita nueve meses de prisión para un hombre y una mujer, vecinos de la avenida San Antón de Málaga, por haber envenenado en la mañana del 2 de marzo de 2011 a los ocho gatos de su vecina arrojándoles bolitas de carne al jardín por encima del muro, de forma que cinco de los felinos murieron y otros tres sufren graves secuelas por esta acción.

La Fiscalía considera los hechos como un presunto delito de maltrato animal del artículo 337 del Código Penal y, además de los nueve meses de prisión para cada uno de ellos, solicita que se les inhabilite para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales por tiempo de dos años.

Asimismo, solicita la Fiscalía que indemnicen, conjunta y solidariamente, a la dueña de los gatos en la cantidad en la que se valoren los gatos fallecidos y los gastos médicos de atención a los otros animales, sumas que se incrementarán, si son condenados, con el interés legal del dinero de acuerdo con lo establecido por la ley. El juicio se celebrará el 2 de marzo en un juzgado de lo Penal de la capital.

Así, en una hora indeterminada de la mañana del 2 de marzo de 2011, los acusados, «previo concierto entre ellos y con ánimo de acabar con sus vidas, arrojaron bolitas de carne cruda envenenada a través del muro medianero que separa su vivienda de la casa de su vecina, en Málaga capital», señala el ministerio público.

Los alimentos fueron rápidamente ingeridos por los gatos, que eran de la vecina, «causándoles la muerte a cinco de ellos por un fallo circulatorio y metabólico sistémico: los fallecidos fueron Pipo, Miranda, Blanca, Catalino y Arturito», recalca la acusación fiscal.

Lavados de estómago

Hubo otros tres, Carmela, Mati y Coco, que no fallecieron gracias a la rápida intervención de la propietaria, «quien les practicó un lavado de estómago y los trasladó al veterinaria, si bien les quedaron secuelas consistentes en requerir medicación y dieta de por vida», añade el fiscal.

La perjudicada reclama los gastos ocasionados por este supuesto maltrato animal. El juicio comenzará con el interrogatorio de los acusados y, luego, se valorará la numerosa prueba documental aportada por las partes. Las asociaciones animalistas llevan años solicitando un endurecimiento de las penas previstas en el Código Penal para quienes maltraten animales, aunque de momento no se ha conseguido este fin.