"Mis compañeros me dijeron que teníamos que llevar a los alumnos al patio central para hacer una actividad. No me esperaba que estuvieran todos allí", cuenta el que fuera profesor de Lengua y Literatura del colegio Maristas de Málaga José Francisco Naranjo Bandera, horas después de la emotiva despedida que le dedicaron alumnos y compañeros con motivo de su jubilación.

Ocurrió este miércoles en las instalaciones del centro situado en la calle Victoria. Más de 500 alumnos dedicaron un caluroso aplauso al docente, que ha pasado los últimos 39 años enseñando los secretos de la gramática y las mejores obras de la literatura clásica a más de 6.000 jóvenes malagueños. "He tenido muchos alumnos nietos, es decir, muchos hijos de antiguos alumnos", asegura Naranjo, que empezó a impartir clases hace 45 años en el colegio Los Olivos.

"Dediqué mis primeros años como profesor a dar clase a los más mayores y estos últimos años he estado con los primeros cursos de Secundaria", afirmó el profesor, que ayer dio su última clase a los alumnos de 1º de la ESO.

"Es la mejor despedida que puede tener un profesor", dijo Naranjo, que confesó que «no esperaba para nada» la sorpresa que alumnos y compañeros de profesión le tenían preparada.

Ahora le toca descansar. "Me gusta la investigación, la lectura y hacer deporte", aseveró el profesor, que a partir de hoy dedicará más tiempo a su familia. "Estaré disponible para lo que venga", sentenció el profesor José Francisco Naranjo.

El perfil de Facebook del colegio Maristas de Málaga subió a la red el vídeo con la despedida del profesor y en pocos minutos se convirtió en un éxito de visitas. Asimismo, el centro quiso dedicarle unas palabras al profesor, al que dijo: «Muchas gracias por tu gran labor con tantísimos alumnos de nuestro colegio. Gracias por haber trabajado por hacer realidad el sueño de Champagnat. Gracias por hacer buenos cristianos y honrados ciudadanos. #masqueaulas·.

Una cariñosa respuesta

Asimismo, José Francisco Naranjo Bandera quiso responder, también en redes, a la cantidad de muestras de apoyo y de cariño que recibió en su último día de trabajo. ·Muchísimas gracias a todos y a todas por las muestras de cariño que he recibido hoy con motivo de mi jubilación. El cariño es mutuo. Os quiero a todos fraternalmente, como siempre os digo en mis correos. Quiero a mis alumnos. Hoy estaban ahí todos/as, alumnos a los que yo les he impartido clases desde el curso 2012, los mayores están ahora en 2.º de Bachiller y mis niños queridos en 1º de ESO, a los que recordaré siempre como mis últimos alumnos·.

Un adiós entre aplausos como último recuerdo a casi medio siglo de carrera docente. Una imagen en la memoria que cierra horas de clases y de lecciones de gramática y literatura pero también de vida.