­Los beneficios que ofrece el usar la bici como medio de transporte van más allá de mantener una vida saludable y la colaboración con el medio ambiente. Supone también un ahorro de tiempo y dinero. En Málaga, el aumento del uso de la bici puede deberse a los cambios en la movilidad de la ciudad, la lucha de las organizaciones y el gobierno local por conseguir la mejora del servicio, el aumento de los carriles bici y las facilidades para obtener el servicio Málagabici.

Málaga es una ciudad que cuenta con una de las mejores condiciones climáticas y orográficas de España y esto respalda el uso de la bici, por esto, en 2013 se puso en marcha el sistema Málagabici, que sirve para fomentar el uso de la bicicleta por parte de los malagueños. Para obtener este servicio, sólo hay que ser portador de la tarjeta de la EMT y realizar el pago de una tarifa anual de 20 € más el pago de 5 € del seguro de responsabilidad civil y accidente, aunque el primer año es gratis, al igual que los primeros 30 minutos de uso de la bicicleta.

Pero el sistema de préstamos de bicis públicas, más que ayudar, frena a los usuarios y se presenta como una barrera para hacer uso de este medio de transporte que podría estar menos condicionado por las formas de acceder a este servicio. Según el presidente de la Asociación de Usuarios de la Bicicleta de Málaga, Ruedas Redondas, José Luis Martín, «es un trámite que, aunque sencillo, no fomenta el uso de la bicicleta para nuevos usuarios, ni tampoco a los usuarios eventuales del servicio y menos a los turistas», un problema para la ciudad y más conociendo que Málaga es un lugar turístico por naturaleza que recibe un promedio de cerca de 10,6 millones de visitantes al año. Además, es la capital de la provincia y recibe la visita diaria de habitantes de los pueblos cercanos, por lo que la ciudad debería impulsar este medio de transporte, mejorar y facilitar el trámite para acceder al servicio, aumentar las medidas, acelerar la construcción de los carriles bici y cumplir con los plazos establecidos para esto.

Actualmente, se cuenta con sólo 23 estaciones bici, 600 puntos de amarre y 400 bicicletas que resultan insuficientes para los 567.000 malagueños y algunas de ellas se encuentran deterioradas.

Según Martín, Málaga «está pensada y configurada para el uso de transporte privado y a marchas forzadas se ha adaptado a las reivindicaciones de los usuarios. El transporte público va mejorando, pero el individual, no contaminante no es suficiente, ya que las estaciones de la bicicleta pública están en muchos casos inconexas».

Un vacío en el sistema público

Los datos del Ayuntamiento sobre el uso de la bici en Málaga, en el 2014 contó con más de 28.000 asociados, se presentaron cerca de 3.600 movimientos al día y se estima un aumento en el último año. Los horarios del servicio son desde las 07.00h a 23.00h, horarios que el Ayuntamiento no piensa ampliar a pesar del crecimiento significativo de los usuarios.

Los déficits del sistema público de transporte en bici lo llenan las tiendas que ofertan el servicio de alquiler de bicicletas y tours que resultan atractivos para los turistas, un negocio rentable.

Según David Garrido y Marisa Sloctweg, trabajadores de la tienda de alquiler Bikes&tours, los turistas son los principales demandantes de este servicio y aunque aseguran que «ha habido un aumento en la presencia de malagueños y españoles en general, sólo representan el 5% de nuestros clientes, una cifra que sigue siendo baja».

Javier Marín, dueño de Urban bicycles, ha notado en el último año un aumento en el uso de la bici en Málaga, datos

que se perciben por la cantidad de malagueños que llegan a su tienda a comprar o a reparar el vehículo.

Actualmente, se desarrolla un convenio entre el gobierno local y la Junta de Andalucía para la construcción de otros 69 kilómetros de carril bici, proyecto que debe concluir este año, pero que para el presidente de ruedas Redondas, «no se ha cumplido ni con la mitad de lo planificado».

Beneficios

Según los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prolongada exposición a contaminantes como los desechos de coches presentes en el aire trae consecuencias como la arterioesclerosis, enfermedades respiratorias, diabetes, dificultades en la función cognitiva, partos prematuros y hay evidencias de que existe una correlación directa entre la proximidad al tráfico rodado y la incidencia del asma en niños.

La OMS considera que la bicicleta es un medio de transporte que no tiene efecto negativo alguno en la salud de los ciudadanos y que además reduce límites admisibles de gases y sustancias contaminantes.

Para la Junta de Andalucía, diversos estudios demuestran que montar bici es una de las actividades más completas y universales para prevenir dolores de espalda, proteger articulaciones y mejorar el sistema circulatorio e inmunológico, así como mantener la salud psíquica.

El uso de la bicicleta ayudaría a reducir la contaminación en la ciudad, que según los últimos datos, en la ciudad de Málaga ha rozado los índices admisibles de contaminación permitidos en la Unión Europea.