Un hombre de 41 años fue detenido ayer por presuntamente cortarle el cuello con una botella de cerveza rota a otro en la avenida de Andalucía. La víctima, de 53 años, pudo salvar la vida gracias a la rápida intervención de una patrulla de la Guardia Civil que casualmente pasaba por la zona y que poco después recibió el apoyo de varios policías nacionales. Como adelantó ayer La Opinión de Málaga, los hechos ocurrieron sobre las 8.00 horas a la altura del número 11 de la citada vía. Una viandante que presenció una pelea entre dos indigentes reclamó la atención de la patrulla del instituto armado que circulaba con el coche oficial en ese momento por ese punto. Al llegar, los agentes vieron que la víctima presentaba una herida en el cuello «de lado a lado». Mientras un agente arrestaba al supuesto agresor y localizaba la botella, el otro taponó la herida de la víctima con la mano y con papel hasta que llegaron los agentes que aparecen en la imagen. Finalmente, los sanitarios del 061 trasladaron a la víctima a Carlos Haya. Allí fue intervenido antes de quedar ingresado en estado estable en el área quirúrgica. Los guardias civiles, que pertenecen al puesto de Mijas y habían venido a la capital para hacer algunas gestiones, pusieron el caso a disposición de la Policía Nacional, cuerpo que tiene las competencias en la capital y que asumió la investigación en la que atribuyen al arrestado un presunto delito de tentativa de homicidio. A la espera de que determinen el móvil de la agresión, fuentes cercanas a la víctima afirmaron que se produjo sin motivo aparente. «El agresor llevaba unos días viviendo en una zona que comparten numerosos indigentes. La víctima, que usa muletas para andar, fue a tirar un papel y cuando se volvió recibió el ataque», explicaron.

Desde el Ayuntamiento de Málaga confirmaron que el presunto agresor fue usuario del albergue municipal hasta hace una semana, cuando fue expulsado tras una bronca y por consumir alcohol y drogas. Esta versión añade que el hombre es un exrecluso con una psicopatía y que no se medicaba.

Por su parte, fuentes vecinales indicaron que esta misma persona protagonizó el sábado otro incidente violento en una cafetería de la zona, donde entró para propinar sin mediar palabra un puñetazo en la cara a un cliente que estaba con su mujer y su hija provocándole lesiones leves. Esta versión añade que el indigente no fue detenido ni trasladado a comisaría a pesar de que la víctima presentó una denuncia tras la agresión.