Más de 30 expertos se reúnen estos días en Málaga para identificar los ecosistemas marinos vulnerables que alberga el Mediterráneo y que abarcan desde corales de agua fría, montes y cañones submarinos, campos de esponjas y su interacción con la pesca de aguas profundas.

La jornada, organizada por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) de la FAO, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Oceana, es el primer paso del proceso de implementación de un enfoque ecosistémico de la pesca de aguas profundas en el Mediterráneo. Una medida que tiene como objetivo el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas en materia de gestión de pesquería de aguas profundas en alta mar.

El escenario escogido para esta cita que comenzó el lunes, día 3, y culmina este miércoles es La Noria de la Diputación. Durante estos tres días los expertos seleccionarán las especies y las hábitats que pueden servir para identificar los ecosistemas vulnerables. Unos ecosistemas de gran biodiversidad que generan hábitats para especies bentónicas comerciales como la merluza o las gambas, según informó el Centro de Cooperación del Mediterráneo (UICN).

El informe que redacten el grupo de expertos se trasladará al Comité científico de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo en mayo. En caso de ser validado se presentará el próximo mes de octubre durante la reunión de Estados en la Comisión General de Pesca del Mediterráneo para proteger los ecosistemas.