«Conductor confirmado y en camino». Es lo que indica el mensaje que acaba de llegar al móvil. En el mapa virtual que se despliega en la pantalla del smartphone se pone en marcha un pequeño vehículo que permite el seguimiento. Apenas siete minutos más tarde, aparece un coche de alta gama. El conductor, puede ser cualquiera que esté en posesión de una licencia VTC (Vehículo de Turismo con Conductor), destila amabilidad y lleva al cliente a su destino. El precio de la carrera se fija previamente y el pago se realiza a través de la aplicación en el móvil. Es el funcionamiento básico de plataformas como Cabify, que lleva más de un año funcionando con éxito en Málaga, y que están revolucionando el sector del taxi en base a algoritmos: la mano no se levanta al aire, se utiliza para golpear el móvil.

Para indignación de los taxistas malagueños, que consideran que la proliferación de licencias VTC pueden darle el estoque al funcionamiento del sector, tal y como se conoce hasta el momento. Actualmente, hay en Málaga 556 de estas licencias y sitúa a la provincia en tercer lugar a nivel nacional, solo por detrás de Madrid (2.205) y Barcelona (767). Son las cifras que maneja el Ministerio de Fomento a fecha de abril de 2017, y que pueden verse incrementadas en un futuro si los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo siguen dando vía libre a la concesión de nuevas autorizaciones VTC, tal y como está ocurriendo en estos momentos.

Porque la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía no concede ya nuevas autorizaciones al considerar que existe una saturación en el mercado. La Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT), en noviembre de 2015 marcó un ratio de una VTC por cada 30 licencias. Si de las 2.634 totales que hay en la provincia, 556 son de VTC, la ratio estaría por encima de lo permitido.

Algo que, según José Moyano, vicepresidente de Élite Taxi, no está impidiendo que salgan nuevas licencias: «Solicitabas tu VTC, la comunidad autónoma la deniega, denuncias y los juzgados te la conceden». En concreto, se trata de las licencias cursadas antes de 2015. Después de recurrir su denegación, los tribunales están dando la razón a las empresas y los particulares.

Movilizaciones del sector

Con este panorama, Moyano recuerda que en la provincia hay solicitadas unas 5.000 licencias VTC, que podrían ir saliendo a cuentagotas. «Esto acabaría con el taxi en Málaga y nos pasaría como a San Francisco, donde ya apenas queda un taxi», señala Moyano, además, que ya se estaría creando en la provincia «un mercado negro donde se venden estas licencias». De hecho, en varias plataformas de compra y venta online el precio de este tipo de licencias ronda los 70.000 euros. Con el sector amenazado por lo que consideran «una competencia desleal», Élite Taxi ha convocado una manifestación en la Delegación de Fomento de la Junta, a las 11.00 horas, y a la que se espera la llegada de taxistas de todo el país. «Pedimos que se paralice de forma inmediata la expedición de nuevas licencias y que Cabify sea declarada como una empresa de transporte», resume Moyano. Ahora mismo, está considerada como una simple aplicación más.