Los monitores de educación volvieron ayer a la carga coincidiendo con el primer día del curso escolar para exigir su contratación a año completo y se manifestaron ante el Edificio de Usos Múltiples, sede de la Junta de Andalucía en Málaga, con el objetivo además de hacer visible la precariedad laboral que sufren. Más de 50 personas participaron en la concentración de ayer y, según sus organizadores, continuarán desarrollando actos para que la sociedad conozca su situación.

En la provincia hay 65 monitores afectados por la misma situación. En toda la comunidad autónoma son 430 que tienen contrato discontinuos. Esta movilización estuvo apoyada por el sindicato CCOO.

Según informó Virginia Vázquez, portavoz de estos trabajadores afectados, en Málaga son 80 las monitoras que tienen jornadas parciales, 65 de ellas además discontinuas. De ellas ni siquiera la mitad llega a 20 horas semanales.

Para CCOO, la situación laboral desfavorable y desigual de este colectivo es una situación que urge solucionar, pues, además, para los centros supone un problema organizativo ya que este personal del sector público tiene que disfrutar sus vacaciones durante los periodos lectivos del curso escolar, lo cual trastoca la gestión que se lleva a cabo en los colegios. Incluso se ven afectadas las propias Delegaciones Territoriales de Educación dada la burocracia añadida que supone cada final e inicio de curso gestionar los ceses, certificados de empresa o las altas y bajas en Seguridad Social, entre otros.

Los monitores se han incorporado a sus puestos de trabajo el pasado 1 de septiembre y, como cada año, se han tenido que enfrentar a la carga laboral que supone cada inicio del curso, más a todo el trabajo atrasado que tendrían que haber hecho en los meses de julio y agosto.