La edil del grupo municipal socialista, Begoña Medina, aseguró ayer que la plaza de Tabacalera, en el Paseo Marítimo de Poniente, no es una demanda vecinal y afirmó que al PSOE «le gustaría conocer cuáles son las razones por las que el Ayuntamiento tiene que acometer dichas obras, que competen a la promotora, cuando además resulta que no es una demanda vecinal».

«Ya en el consejo de distrito, cuando se adelantó por parte del concejal Raúl Jiménez que la Gerencia de Urbanismo haría esta actuaciones con presupuesto municipal, después abonado por la promotora, criticamos duramente esta decisión ya que nos parece poco acertada comprometer al erario una obra que no es competencia de este Ayuntamiento», comentó Medina.

Esta edil añadió que «no queremos pensar que los motivos de la misma vayan encaminados a otros intereses ocultos, sin olvidarnos de que ahí se construirán una serie de viviendas y el Museo Ruso que serán las máximas beneficiadas de la misma». «Nos podemos encontrar, al realizar esta obra con dinero público, un impedimento en el futuro para recuperar dicha inversión si la empresa decide demandar al Ayuntamiento por una cuestión de injerencias competenciales», concretó la concejala.

«Nosotros tenemos un posicionamiento claro sobre esta obra: las cosas deben hacerse sí, pero en un orden de prioridades, esto significa que este barrio, tal y como nos denuncian las asociaciones vecinales, tienen ciertas actuaciones perentorias, y esta no es una de ella. Vemos que este equipo de gobierno antepone los intereses de ciertos sectores frente al interés general», finalizó Medina.

La inversión público-privada es de 1,17 millones de euros. Como subrayó el pasado miércoles el Ayuntamiento, se lleva a cabo para atender la demanda vecinal y las necesidades indicadas por la Junta de Distrito, algo con que el PSOE discrepa. El proyecto, adjudicado a la empresa Emin Obras y Servicios, aborda la creación de una gran plaza central de 65 metros de ancho, que conecta la avenida Pacífico con los espacios museísticos (habrá una puerta de entrada al Museo Ruso), y otra zona transversal, de unos 20 metros de altura, que une la calle Carlos Rein con la vía de servicio de los edificios municipales de la calle Concejal Muñoz Cerván y discurre tras los espacios museísticos. Asimismo, esta actuación también comprende la pavimentación de un pasillo de unos ocho metros de ancho.